04 Abril 2008
“El hecho de que Thomas Beatie o el hombre que estaba atrapado en un cuerpo de mujer decida pasar por el proceso de procreación puede ser un retroceso o un acto de amor”, dijo a LA GACETA Amelia “Moruca” del Sueldo Padilla, experta en sexología.
“Sería un acto de amor cuando uno se sacrifica por el otro para darle brindarle lo que más anhela. Pero un hijo siempre es deseado por ambos miembros de la pareja tanto homosexual como heterosexual. Pero si quien tanto se sacrificó por transformar el cuerpo de mujer que le impedía ser varón cuando está ejerciendo ese rol decida someterse a la gestación de un hijo, algo casi único y exclusivo de toda mujer, la sensación es de retroceso”, destacó.
La doctora Sueldo Padilla subrayó que en las relaciones homosexuales se siente lo mismo que en las heterosexuales. “El temor al rechazo, la falta de respeto, la tradición machista y el concepto de discriminación que tenemos tan incorporado hacia lo distinto, nos lleva a ocultar el demostrar algún tipo de afecto -no sexual- por una persona homosexual, una condición que no es contagiosa ni virósica”, apuntó.
“Sería un acto de amor cuando uno se sacrifica por el otro para darle brindarle lo que más anhela. Pero un hijo siempre es deseado por ambos miembros de la pareja tanto homosexual como heterosexual. Pero si quien tanto se sacrificó por transformar el cuerpo de mujer que le impedía ser varón cuando está ejerciendo ese rol decida someterse a la gestación de un hijo, algo casi único y exclusivo de toda mujer, la sensación es de retroceso”, destacó.
La doctora Sueldo Padilla subrayó que en las relaciones homosexuales se siente lo mismo que en las heterosexuales. “El temor al rechazo, la falta de respeto, la tradición machista y el concepto de discriminación que tenemos tan incorporado hacia lo distinto, nos lleva a ocultar el demostrar algún tipo de afecto -no sexual- por una persona homosexual, una condición que no es contagiosa ni virósica”, apuntó.
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