01 Abril 2008
El ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció el paquete de medidas de incentivo al campo, al tiempo que volvió a defender el esquema de retenciones móviles a la exportación de granos y diferenció al pequeño productor de los grandes pooles sojeros. Estos son los principales conceptos de su discurso de 11 minutos:
•En este tiempo la soja creció un 142%, mientras el resto de los granos cayeron en superficie cultivada. Nadie dice que la soja es mala. Obviamente que algo que nos demanda el mundo y que nosotros podemos producir a muy buenos precios no tiene nada de malo per se. Pero tiene profundos efectos sobre el resto de la actividad productiva: desplaza y encarece otras actividades porque encarece el costo de la tierra, tiene efectos sobre el propio suelo como monocultivo y tiene un impacto laboral muy bajo”.
•“A pesar de todo el boom agropecuario, el empleo en el sector creció sólo 1,5% frente a 17% en el resto de la economía”.
•“Si tuviéramos que enfrentar los precios internacionales, los precios domésticos serían muchísimo más caros. Las retenciones, junto con las compensaciones, en las cuales el Estado lleva gastados $ 1.500 millones para contener la evolución que tiene afuera el precio de los alimentos, implican que un vasto porcentaje de la población puede acceder a los alimentos a los precios que le corresponde”.
•“Tan sólo por comparar, 100 hectáreas de soja generan un puesto de trabajo, 15 el algodón y 50 los cítricos. Lo que estamos diciendo es que no es lo mismo producir soja que leche. Si no cambiamos el rumbo que tenemos, a la larga, lo que vamos a tener es menos leche, menos carne, menos trigo, menos maíz y mucho más caro para todos”.
•“La retención móvil no es otra cosa que una retención que sube cuando el precio internacional sube y, por ende, genera mayor estabilidad y baja cuando el precio internacional baja generando mayor seguridad al productor”.
•“No está en el corazón de las retenciones móviles poner un precio máximo o desincentivar la producción sino reequilibrar nuestro mapa productivo y tener cada vez más una producción diversificada”.
•En este tiempo la soja creció un 142%, mientras el resto de los granos cayeron en superficie cultivada. Nadie dice que la soja es mala. Obviamente que algo que nos demanda el mundo y que nosotros podemos producir a muy buenos precios no tiene nada de malo per se. Pero tiene profundos efectos sobre el resto de la actividad productiva: desplaza y encarece otras actividades porque encarece el costo de la tierra, tiene efectos sobre el propio suelo como monocultivo y tiene un impacto laboral muy bajo”.
•“A pesar de todo el boom agropecuario, el empleo en el sector creció sólo 1,5% frente a 17% en el resto de la economía”.
•“Si tuviéramos que enfrentar los precios internacionales, los precios domésticos serían muchísimo más caros. Las retenciones, junto con las compensaciones, en las cuales el Estado lleva gastados $ 1.500 millones para contener la evolución que tiene afuera el precio de los alimentos, implican que un vasto porcentaje de la población puede acceder a los alimentos a los precios que le corresponde”.
•“Tan sólo por comparar, 100 hectáreas de soja generan un puesto de trabajo, 15 el algodón y 50 los cítricos. Lo que estamos diciendo es que no es lo mismo producir soja que leche. Si no cambiamos el rumbo que tenemos, a la larga, lo que vamos a tener es menos leche, menos carne, menos trigo, menos maíz y mucho más caro para todos”.
•“La retención móvil no es otra cosa que una retención que sube cuando el precio internacional sube y, por ende, genera mayor estabilidad y baja cuando el precio internacional baja generando mayor seguridad al productor”.
•“No está en el corazón de las retenciones móviles poner un precio máximo o desincentivar la producción sino reequilibrar nuestro mapa productivo y tener cada vez más una producción diversificada”.
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