27 Marzo 2008
"Sin las retenciones, los precios serían muy altos"
El ministro de Economía embistió contra lo que denominó como "una clase media urbana que nada tiene que ver con el campo". El ministro de Justicia advirtió que irán presos los ruralistas que impidan el paso de camiones. Dijo que se busca evitar incidentes.
DE ESPALDA AL CAMPO. Lousteau denunció que los productores quieren tener hiper rentabilidad y acotó que el paro empezó a generar desabastecimiento. DYN
BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional está lejos de volver tras sus pasos y, por intermedio del ministro de Economía, Martín Lousteau, ratificó ayer el nuevo esquema de retenciones a las exportaciones. En tanto, el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, garantizó que el Gobierno no va a reprimir a los ruralistas que se manifiestan en las rutas, pero advirtió que “quien no entienda que los camiones con alimentos tienen que transitar libremente, irá preso”.
Lousteau señaló que sin las retenciones los precios de los alimentos en el mercado interno serían más altos, y aseguró que los cacerolazos de anteanoche estuvieron protagonizados por “una clase media urbana que no tiene nada que ver con el campo”.
Lousteau es el funcionario más cuestionados por los productores en huelga, quienes reclaman su renuncia, aunque mantiene el respaldo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y de la presidenta, Cristina Kirchner.
En ese marco, Lousteau expresó que si no se aplicaran retenciones, “el precio del litro de aceite sería de $ 12, el kilo de asado costaría $ 20, el litro de leche $ 3,50 y el pan costaría $ 1,50 más que ahora”.
“Este tipo de cosas no las dicen los productores, lo que muestra que la protesta no está motorizada por el tema específico de las retenciones, sino que estuvo incentivada por cuestiones políticas”, enfatizó.
Lousteau señaló que los ruralistas que desde hace dos semanas se encuentran de paro “quieren tener hiperrentabilidad”. Además, el titular del Palacio de Hacienda criticó a los que participaron de los “cacerolazos” en diferentes puntos del país. “Se trata de una clase media urbana que no tiene nada que ver con el campo y que estaría dispuesta a pagar más caros los alimentos”, indicó. Y tildó de antidemocráticos a los piquetes que se realizan en distintas rutas del país.
Lousteau señaló que el Gobierno “no va a tener ninguna timidez para destinar recursos (de las retenciones) para que en Argentina haya una mejor distribución del ingreso”. Y afirmó que la protesta del campo está “empezando a generar desabastecimiento de alimentos, sin tener conciencia de cómo le afecta a la gente”. No obstante, destacó que el Gobierno garantizará el abastecimiento del mercado interno y el libre tránsito por las rutas. Lousteau vivió ayer un día difícil, con rumores sobre su alejamiento del gabinete. Incluso llegó a mencionarse el regreso de Roberto Lavagna a la conducción de Economía.
“El paro es contra la gente”
El ministro de Justicia resaltó el mensaje presidencial, al decir que “el paro no es contra el Gobierno, sino contra la gente”. “Estamos ante una situación en la que se pone en riesgo la posibilidad de que se alimente la sociedad”, expresó Fernández.
El ministro aseguró que el Ejecutivo no va a ceder su poder de policía, y por ese motivo, puntualizó que todas las fuerzas de seguridad federales (Gendarmería, Prefectura y Policía Federal) garantizarán el libre tránsito por las rutas afectadas por los manifestantes.
A su criterio, “nadie está en condiciones de pararse en una ruta y decir que un camión no puede pasar porque lleva alimentos”. Con respecto a los incidentes que se registraron durante el “cacerolazo” de Plaza de Mayo y alrededores, dijo: “la situación siempre estuvo controlada. Sólo hubo hechos aislados. Evitamos todo tipo de colisión”. Por su parte, el jefe de Gabinete lamentó la “intemperancia del campo y sus dirigentes”, y propuso a ese sector “recuperar la cordura”. “Lo que queremos es encontrar una solución que le sirva a todos los argentinos y no a estos neopiqueteros que están cortando rutas, generando desabastecimiento y malestar en la gente”, enfatizó el ministro. (NA-DyN-Especial)
Lousteau señaló que sin las retenciones los precios de los alimentos en el mercado interno serían más altos, y aseguró que los cacerolazos de anteanoche estuvieron protagonizados por “una clase media urbana que no tiene nada que ver con el campo”.
Lousteau es el funcionario más cuestionados por los productores en huelga, quienes reclaman su renuncia, aunque mantiene el respaldo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y de la presidenta, Cristina Kirchner.
En ese marco, Lousteau expresó que si no se aplicaran retenciones, “el precio del litro de aceite sería de $ 12, el kilo de asado costaría $ 20, el litro de leche $ 3,50 y el pan costaría $ 1,50 más que ahora”.
“Este tipo de cosas no las dicen los productores, lo que muestra que la protesta no está motorizada por el tema específico de las retenciones, sino que estuvo incentivada por cuestiones políticas”, enfatizó.
Lousteau señaló que los ruralistas que desde hace dos semanas se encuentran de paro “quieren tener hiperrentabilidad”. Además, el titular del Palacio de Hacienda criticó a los que participaron de los “cacerolazos” en diferentes puntos del país. “Se trata de una clase media urbana que no tiene nada que ver con el campo y que estaría dispuesta a pagar más caros los alimentos”, indicó. Y tildó de antidemocráticos a los piquetes que se realizan en distintas rutas del país.
Lousteau señaló que el Gobierno “no va a tener ninguna timidez para destinar recursos (de las retenciones) para que en Argentina haya una mejor distribución del ingreso”. Y afirmó que la protesta del campo está “empezando a generar desabastecimiento de alimentos, sin tener conciencia de cómo le afecta a la gente”. No obstante, destacó que el Gobierno garantizará el abastecimiento del mercado interno y el libre tránsito por las rutas. Lousteau vivió ayer un día difícil, con rumores sobre su alejamiento del gabinete. Incluso llegó a mencionarse el regreso de Roberto Lavagna a la conducción de Economía.
“El paro es contra la gente”
El ministro de Justicia resaltó el mensaje presidencial, al decir que “el paro no es contra el Gobierno, sino contra la gente”. “Estamos ante una situación en la que se pone en riesgo la posibilidad de que se alimente la sociedad”, expresó Fernández.
El ministro aseguró que el Ejecutivo no va a ceder su poder de policía, y por ese motivo, puntualizó que todas las fuerzas de seguridad federales (Gendarmería, Prefectura y Policía Federal) garantizarán el libre tránsito por las rutas afectadas por los manifestantes.
A su criterio, “nadie está en condiciones de pararse en una ruta y decir que un camión no puede pasar porque lleva alimentos”. Con respecto a los incidentes que se registraron durante el “cacerolazo” de Plaza de Mayo y alrededores, dijo: “la situación siempre estuvo controlada. Sólo hubo hechos aislados. Evitamos todo tipo de colisión”. Por su parte, el jefe de Gabinete lamentó la “intemperancia del campo y sus dirigentes”, y propuso a ese sector “recuperar la cordura”. “Lo que queremos es encontrar una solución que le sirva a todos los argentinos y no a estos neopiqueteros que están cortando rutas, generando desabastecimiento y malestar en la gente”, enfatizó el ministro. (NA-DyN-Especial)
Lo más popular