24 Marzo 2008
El Papa pidió que se ponga fin a las injusticias
Benedicto XVI pidió soluciones que den bienestar y paz para los pueblos de Tíbet, Medio Oriente, Darfur, Somalia, Tierra Santa, Irak y Líbano. Impactó a la comunidad islámica el bautismo de un musulmán converso. Esta Pascua estuvo dedicada a la libertad religiosa
EN ROMA. El papa Benedicto XVI durante la celebración de la Misa de Pascua, que tuvo lugar en la plaza de San Pedro, ante una multitud de fieles. REUTERS
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI pidió ayer en su mensaje de Pascua que se ponga fin a la injusticia en todo el mundo y expresó júbilo por las continuas conversiones al cristianismo.
Benedicto XVI llamó a hallar soluciones que salvaguarden el bien y la paz en Tíbet, Medio Oriente, Darfur, Somalia, Tierra Santa, Irak y Líbano. Deseó que la fuerza de la renovación del misterio pascual se manifieste en todo el mundo.
En su mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), una vez finalizada la liturgia pascual, el Papa condenó "las numerosas heridas que continúan desfigurando a la humanidad en nuestros días", según su expresión. "Estos son los azotes de la humanidad, abiertos y supurantes en cada rincón del planeta, aunque a menudo se ignoran y a veces se ocultan deliberadamente", manifestó.
No obstante, el Papa contrapuso a estas heridas la solidaridad de todos los que, siguiendo las huellas de Jesús, "propagan un rayo de esperanza donde hay conflictos sangrientos y donde la dignidad del ser humano sigue siendo ignorada y herida; justamente allí se tienen que multiplicar las muestras de moderación y entrega", destacó.
Conmoción
Horas antes, durante la Vigilia Pascual del sábado por la noche, el Pontífice bautizó a varios adultos, entre ellos, al prestigioso periodista italiano Magdi Allam, un musulmán converso de 55 años. La conversión al cristianismo de Allam, nacido en Egipto, se había mantenido en secreto. Allam reveló que recibió amenazas de muerte por sus críticas al fundamentalismo islámico y que vive bajo custodia policial.
El bautismo de Allam conmocionó a la comunidad musulmana italiana, algunos de cuyos líderes cuestionaron abiertamente que se hubiera concretado durante la Vigilia Pascual, y en el Vaticano. En respuesta, el cardenal Giovanni Re declaró que la conversión "es un asunto privado, algo personal, y esperamos que el bautismo no sea interpretado en forma negativa por el islamismo".
Cabe destacar que las festividades de esta Pascua estuvieron dedicadas a la libertad religiosa.
Túnica de la Primera Guerra
Con el mensaje al mundo y la bendición concluyó la misa de Pascua, que fue concelebrada. Debido a la lluvia, el Papa y los demás celebrantes estuvieron resguardados por un gran toldo bajo el cual se encontraba el altar. "Consideremos esta lluvia como un don de Dios", improvisó el Pontífice ante decenas de miles de personas que se acercaron a la plaza de San Pedro para presenciar la misa, guarecidas bajo sus paraguas . Joseph Ratzinger deseó al mundo una feliz Pascua en 63 idiomas.
Durante la celebración, el Papa llevó una túnica blanca bordada en oro que había sido vestida por Benedicto XV, cuyo pontificado se desarrolló entre 1914 y 1922, y estuvo marcado por la Primera Guerra Mundial.
Al final de las agotadoras jornadas de Semana Santa, Benedicto XVI parecía estar concentrado y más relajado.
El Papa, de origen alemán, cumplirá 81 años el 16 de abril y el 19 de ese mes conmemorará el tercer aniversario de su elección. (Reuter-DPA-Télam)
Benedicto XVI llamó a hallar soluciones que salvaguarden el bien y la paz en Tíbet, Medio Oriente, Darfur, Somalia, Tierra Santa, Irak y Líbano. Deseó que la fuerza de la renovación del misterio pascual se manifieste en todo el mundo.
En su mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), una vez finalizada la liturgia pascual, el Papa condenó "las numerosas heridas que continúan desfigurando a la humanidad en nuestros días", según su expresión. "Estos son los azotes de la humanidad, abiertos y supurantes en cada rincón del planeta, aunque a menudo se ignoran y a veces se ocultan deliberadamente", manifestó.
No obstante, el Papa contrapuso a estas heridas la solidaridad de todos los que, siguiendo las huellas de Jesús, "propagan un rayo de esperanza donde hay conflictos sangrientos y donde la dignidad del ser humano sigue siendo ignorada y herida; justamente allí se tienen que multiplicar las muestras de moderación y entrega", destacó.
Conmoción
Horas antes, durante la Vigilia Pascual del sábado por la noche, el Pontífice bautizó a varios adultos, entre ellos, al prestigioso periodista italiano Magdi Allam, un musulmán converso de 55 años. La conversión al cristianismo de Allam, nacido en Egipto, se había mantenido en secreto. Allam reveló que recibió amenazas de muerte por sus críticas al fundamentalismo islámico y que vive bajo custodia policial.
El bautismo de Allam conmocionó a la comunidad musulmana italiana, algunos de cuyos líderes cuestionaron abiertamente que se hubiera concretado durante la Vigilia Pascual, y en el Vaticano. En respuesta, el cardenal Giovanni Re declaró que la conversión "es un asunto privado, algo personal, y esperamos que el bautismo no sea interpretado en forma negativa por el islamismo".
Cabe destacar que las festividades de esta Pascua estuvieron dedicadas a la libertad religiosa.
Túnica de la Primera Guerra
Con el mensaje al mundo y la bendición concluyó la misa de Pascua, que fue concelebrada. Debido a la lluvia, el Papa y los demás celebrantes estuvieron resguardados por un gran toldo bajo el cual se encontraba el altar. "Consideremos esta lluvia como un don de Dios", improvisó el Pontífice ante decenas de miles de personas que se acercaron a la plaza de San Pedro para presenciar la misa, guarecidas bajo sus paraguas . Joseph Ratzinger deseó al mundo una feliz Pascua en 63 idiomas.
Durante la celebración, el Papa llevó una túnica blanca bordada en oro que había sido vestida por Benedicto XV, cuyo pontificado se desarrolló entre 1914 y 1922, y estuvo marcado por la Primera Guerra Mundial.
Al final de las agotadoras jornadas de Semana Santa, Benedicto XVI parecía estar concentrado y más relajado.
El Papa, de origen alemán, cumplirá 81 años el 16 de abril y el 19 de ese mes conmemorará el tercer aniversario de su elección. (Reuter-DPA-Télam)
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