12 Marzo 2008
IMPONENTE. Los reyes y autoridades de Madrid dialogan mientras observan las leyendas inscriptas en el monumento de la estación de Atocha.REUTERS
MADRID.- España conmemoró ayer el cuarto aniversario de los atentados islamistas de Madrid que causaron 191 muertos, durante un acto sin discursos presidido por el rey Juan Carlos y la reina Sofía frente a la estación de Atocha, epicentro de los ataques de la red fundamentalista islámica Al Qaeda, por los que fueron condenadas 21 personas.
Durante una brevísima y austera ceremonia, Juan Carlos y Doña Sofía depositaron una corona de laurel frente al monumento de cristal levantado en memoria de las víctimas en la entrada de la estación de trenes suburbanos, en el corazón de Madrid. A metros del monumento inaugurado en 2007 permanecieron el presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. También asistieron al acto el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y el coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. Zapatero llegó al poder en marzo de 2004, de forma inesperada, justo tres días después de los atentados contra cuatro trenes que a primera hora del día iban repletos de obreros y estudiantes rumbo a la estación de Atocha, procedentes de Alcalá de Henares, este de Madrid.
Luego de cumplir unos minutos de silencio frente a la ofrenda floral cubierta con un lazo con amarillo y rojo, los colores de la bandera española, y otro azul con la leyenda "S.M Los Reyes", la coral Capilla Real de Barcelona y de Madrid, dirigida por Jordi Savall, y en cuyo coro participa Sonsoles Espinosa, esposa de Zapatero, interpretó "Da pacem Domine" (Danos la paz, Señor), canto gregoriano compuesto por el músico estonio Arvo Part.
Varias decenas de familiares de las víctimas, sentados a varios metros de las autoridades y cientos de curiosos a más de un centenar de metros, detrás de vallas de seguridad, siguieron la ceremonia en una mañana soleada y ventosa. Aplausos de los presentes y el imprevisto pitido de un tren marcaron el final del acto. (AFP-NA)
Durante una brevísima y austera ceremonia, Juan Carlos y Doña Sofía depositaron una corona de laurel frente al monumento de cristal levantado en memoria de las víctimas en la entrada de la estación de trenes suburbanos, en el corazón de Madrid. A metros del monumento inaugurado en 2007 permanecieron el presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. También asistieron al acto el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y el coordinador de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. Zapatero llegó al poder en marzo de 2004, de forma inesperada, justo tres días después de los atentados contra cuatro trenes que a primera hora del día iban repletos de obreros y estudiantes rumbo a la estación de Atocha, procedentes de Alcalá de Henares, este de Madrid.
Luego de cumplir unos minutos de silencio frente a la ofrenda floral cubierta con un lazo con amarillo y rojo, los colores de la bandera española, y otro azul con la leyenda "S.M Los Reyes", la coral Capilla Real de Barcelona y de Madrid, dirigida por Jordi Savall, y en cuyo coro participa Sonsoles Espinosa, esposa de Zapatero, interpretó "Da pacem Domine" (Danos la paz, Señor), canto gregoriano compuesto por el músico estonio Arvo Part.
Varias decenas de familiares de las víctimas, sentados a varios metros de las autoridades y cientos de curiosos a más de un centenar de metros, detrás de vallas de seguridad, siguieron la ceremonia en una mañana soleada y ventosa. Aplausos de los presentes y el imprevisto pitido de un tren marcaron el final del acto. (AFP-NA)
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