10 Marzo 2008
CARA DE BUENO. Zapatero demostró que sabe transformar en victorias la defensa de sus convicciones. REUTERS
MADRID - Por sus grandes ojos azules, sus cejas arqueadas y su talante tranquilo, José Luis Rodríguez Zapatero recibió en su día los apodos de "Bambi" o "Sosomán". Pero con el triunfo cosechado en las elecciones legislativas de su país, el presidente del gobierno español demostró que detrás de ese perfil sereno se esconde un hábil político que sabe transformar en victorias la firme defensa de sus convicciones.
"A sus adversarios los mata bien muertos, pero no hace más daño de lo que considera necesario y siempre trata de salvar la relación personal", han dicho en el entorno del líder socialista, que este domingo revalidó por cuatro años más su cargo al frente del Ejecutivo.
Con esa determinación, Zapatero emprendió iniciativas que recibieron durísimas críticas, ya sea del hoy derrotado Partido Popular (PP), la Iglesia católica o la mayoritaria Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), pero que de todas formas sacó adelante, comenzando con la retirada de las tropas españolas de Irak, apenas llegó al poder.
Más polémica todavía fue la ley que introdujo el matrimonio homosexual con derecho a adopción, así como la Ley de Memoria Histórica para rehabilitar a las víctimas de la dictadura franquista (1939-1975) o el -finalmente fallido- proceso de negociación con el grupo armado vasco ETA.
Este fracaso no fue sólo el que le valió las críticas más feroces de sus detractores, sino también el que seguramente más le dolió personalmente. "He dejado ahí toda mi energía, toda mi pasión", dijo Zapatero en una reciente entrevista con el diario "El País".
Su ascenso
Zapatero, de 47 años, comenzó a apasionarse por la política a los 16, cuando asistió a un mitin del líder socialista Felipe González en Gijón. La dictadura había acabado apenas nueve meses antes y González, quien se convertiría en su gran referente, todavía estaba lejos de llegar a la presidencia del gobierno (1982-1996).
Dos años después, a los 18, Zapatero se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y tras un rápido ascenso en las filas de la formación en León, ciudad del norte de España donde creció, se convirtió a los 26 años en el parlamentario más joven del Congreso de los Diputados en Madrid.
El penúltimo escalón político lo alcanzaría en el año 2000, en el 35 Congreso del PSOE, en el que sorpresivamente fue elegido como secretario general del partido, con nueve votos de ventaja sobre el veterano José Bono, entonces presidente de Castilla-La Mancha.
Desde que está en política, el líder socialista nunca ha perdido una votación. Ni siquiera perdió el 14 de marzo de 2004, cuando su partido ganó contra todo pronóstico las elecciones legislativas, tres días después de la matanza terrorista que costó la vida en Madrid a 191 personas e hirió a otras 1.800.
Ahora, un atentado de ETA que costó la vida a un ex concejal socialista marcó la cita electoral.
Lector de Borges
Nacido en Valladolid el 4 de agosto de 1960, Zapatero es Licenciado en Derecho y durante algún tiempo trabajó como profesor universitario. Procede de una familia de clase media e ideales progresistas. Su abuelo, un capitán del ejército republicano, fue ejecutado al inicio de la Guerra Civil española (1936-1939) por las tropas de Francisco Franco.
Su padre, decano del Colegio de Abogados de León, transmitió a sus hijos el significado de ser de izquierda. El es la persona a la que más admira.
En León, curiosamente, estudió en el mismo colegio de monjas que su máximo rival político, el candidato del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy. Poco más tienen ambos en común, salvo el amor por su familia y su afán de mantener su vida privada en la más estricta intimidad.
Zapatero está casado desde hace 18 años con Sonsoles Espinosa, una profesora de música y soprano hija de militar a la que conoció en la facultad. Tienen dos hijas, Laura y Alba, de 12 y 10 años.
Los asesores del líder socialista han tratado de convencerlo de que su esposa se implique en la campaña, porque dicen que serían una pareja muy mediática. Pero la respuesta es siempre un rotundo "no".
La pasión por la política y por su familia no dejan a Zapatero mucho margen para pasatiempos. Pero se sabe que la gusta la pesca de la trucha, hacer senderismo y leer, sobre todo a autores latinoamericanos como Borges o García Márquez. Son actividades en las que disfruta del silencio. El mismo silencio con el que suele reaccionar si algo verdaderamente le disgusta. (DPA)
"A sus adversarios los mata bien muertos, pero no hace más daño de lo que considera necesario y siempre trata de salvar la relación personal", han dicho en el entorno del líder socialista, que este domingo revalidó por cuatro años más su cargo al frente del Ejecutivo.
Con esa determinación, Zapatero emprendió iniciativas que recibieron durísimas críticas, ya sea del hoy derrotado Partido Popular (PP), la Iglesia católica o la mayoritaria Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), pero que de todas formas sacó adelante, comenzando con la retirada de las tropas españolas de Irak, apenas llegó al poder.
Más polémica todavía fue la ley que introdujo el matrimonio homosexual con derecho a adopción, así como la Ley de Memoria Histórica para rehabilitar a las víctimas de la dictadura franquista (1939-1975) o el -finalmente fallido- proceso de negociación con el grupo armado vasco ETA.
Este fracaso no fue sólo el que le valió las críticas más feroces de sus detractores, sino también el que seguramente más le dolió personalmente. "He dejado ahí toda mi energía, toda mi pasión", dijo Zapatero en una reciente entrevista con el diario "El País".
Su ascenso
Zapatero, de 47 años, comenzó a apasionarse por la política a los 16, cuando asistió a un mitin del líder socialista Felipe González en Gijón. La dictadura había acabado apenas nueve meses antes y González, quien se convertiría en su gran referente, todavía estaba lejos de llegar a la presidencia del gobierno (1982-1996).
Dos años después, a los 18, Zapatero se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y tras un rápido ascenso en las filas de la formación en León, ciudad del norte de España donde creció, se convirtió a los 26 años en el parlamentario más joven del Congreso de los Diputados en Madrid.
El penúltimo escalón político lo alcanzaría en el año 2000, en el 35 Congreso del PSOE, en el que sorpresivamente fue elegido como secretario general del partido, con nueve votos de ventaja sobre el veterano José Bono, entonces presidente de Castilla-La Mancha.
Desde que está en política, el líder socialista nunca ha perdido una votación. Ni siquiera perdió el 14 de marzo de 2004, cuando su partido ganó contra todo pronóstico las elecciones legislativas, tres días después de la matanza terrorista que costó la vida en Madrid a 191 personas e hirió a otras 1.800.
Ahora, un atentado de ETA que costó la vida a un ex concejal socialista marcó la cita electoral.
Lector de Borges
Nacido en Valladolid el 4 de agosto de 1960, Zapatero es Licenciado en Derecho y durante algún tiempo trabajó como profesor universitario. Procede de una familia de clase media e ideales progresistas. Su abuelo, un capitán del ejército republicano, fue ejecutado al inicio de la Guerra Civil española (1936-1939) por las tropas de Francisco Franco.
Su padre, decano del Colegio de Abogados de León, transmitió a sus hijos el significado de ser de izquierda. El es la persona a la que más admira.
En León, curiosamente, estudió en el mismo colegio de monjas que su máximo rival político, el candidato del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy. Poco más tienen ambos en común, salvo el amor por su familia y su afán de mantener su vida privada en la más estricta intimidad.
Zapatero está casado desde hace 18 años con Sonsoles Espinosa, una profesora de música y soprano hija de militar a la que conoció en la facultad. Tienen dos hijas, Laura y Alba, de 12 y 10 años.
Los asesores del líder socialista han tratado de convencerlo de que su esposa se implique en la campaña, porque dicen que serían una pareja muy mediática. Pero la respuesta es siempre un rotundo "no".
La pasión por la política y por su familia no dejan a Zapatero mucho margen para pasatiempos. Pero se sabe que la gusta la pesca de la trucha, hacer senderismo y leer, sobre todo a autores latinoamericanos como Borges o García Márquez. Son actividades en las que disfruta del silencio. El mismo silencio con el que suele reaccionar si algo verdaderamente le disgusta. (DPA)
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