"Uribe no quiere la paz, quiere la guerra", espetó Correa

"Uribe no quiere la paz, quiere la guerra", espetó Correa

Alan García pidió a Venezuela que no interfiera en el conflicto, porque no se vio afectada. El presidente de Ecuador dijo que el bombardeo de Colombia en tierras de su país significa que se pisoteó el derecho internacional.

JUNTOS. En Perú, García recibió a Correa, en la primera de las cinco visitas a países que efectuará el ecuatoriano.  REUTERS JUNTOS. En Perú, García recibió a Correa, en la primera de las cinco visitas a países que efectuará el ecuatoriano. REUTERS
05 Marzo 2008
LIMA.- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo que ve muy difícil dialogar con el presidente colombiano, Alvaro Uribe, quien a su juicio sólo buscó un trofeo de guerra en un ataque en tierras ecuatorianas a la guerrilla de las FARC, que detonó una crisis bilateral.
En el inicio de una ofensiva diplomática por cinco países de la región, en busca de apoyo a su posición, Correa se reunió con su colega peruano, Alan García, que cuestionó la violación de la soberanía ecuatoriana pero, a la vez, reclamó a Venezuela -su presidente, Hugo Chávez, es un estrecho aliado de Correa- que se mantenga al margen del conflicto en la región andina.
"Va a ser muy difícil hablar con una persona de esas características; que miente descaradamente; (que) una vez develada su mentira se inventa una nueva infamia; que traiciona y nos dio una puñalada por la espalda cuando estábamos trabajando juntos por el bienestar de nuestros países", aseveró Correa, en referencia a Uribe.
La crisis estalló tras la incursión de militares colombianos en territorio de Ecuador, en un operativo en el que murió Raúl Reyes, el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización es considerada terrorista por Colombia y por Estados Unidos.
Ecuador entiende que el ataque es una agresión, y la crisis se agravó con la postura de Venezuela, que expulsó a representantes diplomáticos colombianos luego de que Bogotá acusó a Caracas de realizar un pago de U$S 300 millones para apoyar la causa del grupo guerrillero.
Tras reunirse con Correa en el palacio presidencial de Lima, García se refirió a las acciones del gobierno de Chávez. "Nadie más debe interponerse en este problema. La presencia de un tercer país en este tema no hace bien", dijo. "Más claramente, la República de Venezuela, que no ha sido ofendida, que no ha tenido un acto de penetración en su territorio, no debería añadir a este tema incandescencia, no debería añadir a este tema ni palabras ni hechos", agregó.
Apenas llegó a Lima, Correa rechazó otra vez las acusaciones de Colombia de supuestas vinculaciones de su Gobierno con la guerrilla de las FARC, denuncia que calificó de perversidad, de canallada y de infamia. "(Algo) realmente intolerable", dijo.
"Detectaron con premeditación (la base de Reyes) y, en lugar de avisarnos, quiso un trofeo de guerra y no le importó agredir a un país hermano", dijo Correa en tono enérgico. "Uribe no quiere la paz, quiere la guerra", añadió en el aeropuerto de la Fuerza Aérea peruana.
Luego de su visita a Perú, Correa viajará a Brasil, a Venezuela, a Panamá y a República Dominicana, donde participará el fin de semana en la Cumbre del Grupo de Río. "En todo caso trataremos de solucionar esta diferencia por medios diplomáticos, medios pacíficos, pero estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias y presentaremos este caso en el foro de Río", dijo Correa. "Se pisoteó el derecho internacional; esto es un problema regional; si queda este acto en impunidad toda la región estará en peligro; más tarde puede ser la víctima Perú, Brasil, Venezuela, Bolivia o cualquiera de nuestros países", agregó. (Reuters)

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