"Toy story" revolucionó la industria

El 14 de marzo de 1996 se estrenó en Argentina la película que revolucionó el cine de animación: “Toy story”, dirigida por John Lasseter y realizada por los estudios Pixar para la productora Walt Disney Pictures. La película, que relata las aventuras de dos juguetes que se pierden y que deben encontrar el camino de vuelta a casa, es el primer largometraje de animación totalmente generado por computación.
Para lograr tamaña proeza técnica, Pixar recurrió a más de 100 computadoras de gran potencia que integraban lo que hasta ese momento fue el motor de digitalización de imágenes más sofisticado de la historia.
La crítica tarea de “renderización” de los casi 115.000 fotogramas que componen el filme se logró gracias a la aplicación de un software especialmente desarrollado por los técnicos de Pixar.

El proceso
La “renderización” es el complejo proceso digital que permite aplicar la iluminación, las texturas y el sombreado correcto a los modelos en tres dimensiones generados por computación, para lograr imágenes de alta definición, colorido y realismo fotográfico. El software, llamado RenderMan, fue la herramienta que permitió que las imágenes de “Toy story” alcanzaran una perfección y un realismo nunca antes conseguido, y llevó a las vitrinas de los realizadores un Oscar en el rubro técnico correspondiente. Esta herramienta logró que los costos de la “renderización” se volvieran razonables, y permitió manejar el presupuesto de una producción totalmente generada por computación que, hasta entonces, era prohibitivo.
Para tener una idea de la complejidad del proceso basta consignar que un procesador común, trabajando ininterrumpidamente, hubiera necesitado más de 40 años para completar la tarea de “renderización” de “Toy story”.

Herramienta
El programa se siguió perfeccionando a lo largo de la década siguiente, y es hoy una herramienta estable, rápida y eficiente para digitalizar la apariencia de superficies complejas. Por eso se usa cada vez más en distinto tipo de películas para lograr efectos asombrosos e imposibles de conseguir con los métodos tradicionales.
Después de “Forrest Gump” o de “Titanic”, se lo usó en infinidad de producciones, como las exitosas sagas “Matrix”, “Harry Potter” o “Piratas del Caribe”, entre muchas otras.
“Toy story” abrió el camino que después transitaron “Monsters, Inc.”, “Buscando a Nemo”, “Los increíbles”, “Carros” y “Ratatouille”, para mencionar sólo largometrajes de Pixar. Pero en realidad, hoy en día no se concibe una gran producción que no apele a los efectos de gran realismo que pueden lograrse con técnicas digitales.
El mismo Gastón Ugarte Bollini señala que el software desarrollado en Pixar se utiliza en filmes que no son enteramente animados, como “El abismo”, “Terminator II”, “Mentiras verdaderas”, “Sipderman”, “X- Men”, “Gladiador”, “El señor de los anillos”, “La Guerra de las Galaxias” y “El código Da Vinci”, entre otros de una larga lista.