27 Febrero 2008
BOGOTA.- El ex senador colombiano Jorge Eduardo Géchem sobrevivió en seis años de secuestro a las duras condiciones de la selva y también a una úlcera gástrica y al menos a cinco ataques cardíacos que estuvieron a punto de impedirle el reencuentro con sus familiares.
Géchem, de 56 años, fue víctima de un secuestro con ribetes cinematográficos que determinó en gran parte la ruptura del más reciente proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El entonces senador del opositor Partido Liberal viajaba el 20 de febrero de 2002 desde la ciudad de Neiva a Bogotá cuando el pequeño avión que había abordado fue tomado por piratas aéreos.
Los secuestradores se identificaron como miembros de las FARC y obligaron al piloto a aterrizar en un sector despoblado del municipio de Hobo, desde donde se lo llevaron con rumbo desconocido mientras el país se enteraba con perplejidad de esa acción.
El caso de Géchem produjo entonces un terremoto político, pues para el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) fue "la gota que rebosó la copa" de un frustrado proceso de paz.
Pastrana condenó la acción guerrillera, rompió las negociaciones y anunció el retorno del Ejército a una zona selvática de 42.000 kilómetros cuadrados de extensión que le había cedido a la guerrilla tres años antes.
Pocas horas después, el 23 de febrero de 2002, las FARC secuestraron a la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien se unió a Géchem y a otros políticos, militares y policías en un grupo que la organización armada propone canjear por rebeldes presos.
El estado de salud de Géchem empezó a causar preocupación tras una carta que envió a sus familiares por intermedio de la ex congresista Consuelo González, liberada el pasado 10 de enero junto con Clara Rojas, quien era la fórmula a la vicepresidencia de Betancourt.
Géchem reveló que tiene una úlcera gástrica que sangra con frecuencia, que sufre dolores lumbares y que durante el cautiverio ha padecido cinco pre-infartos.
Su esposa, Lucy Artunduaga, leyó por radio una parte de la carta en la que el ex senador le encomendó que pidiera "de rodillas" al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, que intercediera ante las FARC para recibir tratamiento médico en La Habana conservando su condición de rehén, para lo cual propuso ir a una cárcel.
"Si me recupero, pasaría a una cárcel en La Habana, en mi calidad de rehén político a espera del acuerdo humanitario", dijo Géchem en referencia a un eventual acuerdo entre el gobierno y las FARC.
La respuesta del gobierno cubano fue negativa, con el argumento de que no puede recibir a una persona en condición de rehén, aunque se ofreció a dispensar los cuidados que el político necesite una vez esté en libertad.
"Me dijo (el embajador de Cuba en Bogotá, José Antonio Pérez) que ellos no entendían cómo se les solicitaba que lo recibieran en calidad de rehén, cuando ellos no compartían el secuestro", dijo su esposa, acongojada por el fracaso de su gestión. Sin embargo, hoy la mujer dice estar segura de que su esposo se
pondrá bien de salud y que juntos recuperarán esos seis años perdidos. (DPA)
Géchem, de 56 años, fue víctima de un secuestro con ribetes cinematográficos que determinó en gran parte la ruptura del más reciente proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El entonces senador del opositor Partido Liberal viajaba el 20 de febrero de 2002 desde la ciudad de Neiva a Bogotá cuando el pequeño avión que había abordado fue tomado por piratas aéreos.
Los secuestradores se identificaron como miembros de las FARC y obligaron al piloto a aterrizar en un sector despoblado del municipio de Hobo, desde donde se lo llevaron con rumbo desconocido mientras el país se enteraba con perplejidad de esa acción.
El caso de Géchem produjo entonces un terremoto político, pues para el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002) fue "la gota que rebosó la copa" de un frustrado proceso de paz.
Pastrana condenó la acción guerrillera, rompió las negociaciones y anunció el retorno del Ejército a una zona selvática de 42.000 kilómetros cuadrados de extensión que le había cedido a la guerrilla tres años antes.
Pocas horas después, el 23 de febrero de 2002, las FARC secuestraron a la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien se unió a Géchem y a otros políticos, militares y policías en un grupo que la organización armada propone canjear por rebeldes presos.
El estado de salud de Géchem empezó a causar preocupación tras una carta que envió a sus familiares por intermedio de la ex congresista Consuelo González, liberada el pasado 10 de enero junto con Clara Rojas, quien era la fórmula a la vicepresidencia de Betancourt.
Géchem reveló que tiene una úlcera gástrica que sangra con frecuencia, que sufre dolores lumbares y que durante el cautiverio ha padecido cinco pre-infartos.
Su esposa, Lucy Artunduaga, leyó por radio una parte de la carta en la que el ex senador le encomendó que pidiera "de rodillas" al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, que intercediera ante las FARC para recibir tratamiento médico en La Habana conservando su condición de rehén, para lo cual propuso ir a una cárcel.
"Si me recupero, pasaría a una cárcel en La Habana, en mi calidad de rehén político a espera del acuerdo humanitario", dijo Géchem en referencia a un eventual acuerdo entre el gobierno y las FARC.
La respuesta del gobierno cubano fue negativa, con el argumento de que no puede recibir a una persona en condición de rehén, aunque se ofreció a dispensar los cuidados que el político necesite una vez esté en libertad.
"Me dijo (el embajador de Cuba en Bogotá, José Antonio Pérez) que ellos no entendían cómo se les solicitaba que lo recibieran en calidad de rehén, cuando ellos no compartían el secuestro", dijo su esposa, acongojada por el fracaso de su gestión. Sin embargo, hoy la mujer dice estar segura de que su esposo se
pondrá bien de salud y que juntos recuperarán esos seis años perdidos. (DPA)