17 Febrero 2008
TIEMPO FRUCTIFERO. Hoy los jubilados suelen incursionar en aficiones que habían tenido postergadas.
Hace algunas décadas, la imagen más común de la ancianidad era la de una persona disminuida en sus capacidades físicas y mentales. En cambio, hoy es cada vez más común ver a gente mayor de 80 años que continúa disfrutando de una calidad de vida excepcional. Esto ocurre, sobre todo, con aquellos que mantienen una actividad física, siguen interesados en aprender cosas nuevas y cultivan una actitud flexible y abierta ante los cambios.
Por el contrario las personas dogmáticas, de mentalidad rígida y cerrada, sufren un significativo deterioro de su inteligencia y memoria a medida que envejecen, según analizó el psicólogo norteamericano Walter Schaie.
Se ha descubierto, incluso, que las personas que se mantienen activas tienen una incidencia menor del mal de Alzheimer que las personas que no acostumbran ejercitar su mente.
El gerontólogo Luis Presti mencionó que se están conociendo datos alentadores. Por ejemplo, que el número de neuronas que se pierden con el paso de los años es mucho menor de lo que se creía.
“Algunos viejos ejecutan los test cognitivos con el mismo rendimiento que los adultos jóvenes -señaló Presti-. Los estudios epidemiológicos demuestran que hay tres importantes factores que predicen y determinan la salud cerebral durante el envejecimiento: la actividad mental, la actividad física y las relaciones sociales”.
Mente sana en cuerpo sano
En términos muy generales, cabe decir que gozar de una salud general óptima durante toda la vida y llegar a la vejez bien sano es la mejor condición para alejar el Alzheimer, según puntualizó el médico. Hay que actuar mucho antes de que se envejezca y comiencen los fallos de memoria.
Presti recomienda cuidar la alimentación siguiendo dietas bajas en colesterol y comer de manera habitual bananas, naranjas, verduras, hortalizas, pan integral, hígado, frutas, guisos y aquellos nutrientes ricos en ácido fólico.
También es necesario controlar la diabetes, la hipertensión arterial, y realizar ejercicio físico. El caminar unos tres kilómetros por día es tan bueno para el cuerpo como para el cerebro y la mente.
“Aunque sea mayor, es bueno que la persona aprenda algo nuevo cada día. Órgano que no trabaja, se atrofia. Mantener el cerebro activo reduce el riesgo de Alzheimer -remarcó Presti-. Es indiscutible que casi todas las personas que alcanzan los 70 años pierden memoria”.
El experto recomienda que, aun después de jubilarse, la persona continúe trabajando aunque sea de voluntaria. “El trabajo nos ayuda a sentirnos útiles y relevantes. Si es estimulante, nos ayudará a mantener la agilidad mental”, afirmó. También aconseja hacer cursos de arte, música o de cualquier otra cosa que le guste. Llenar crucigramas ayuda a mejorar el vocabulario y a ejercitar las conexiones cerebrales.
Además, las personas que salen con amistades o tienen compañeros de juego suelen obtener mejores puntajes en diversas pruebas de habilidad cognitiva.
Por el contrario las personas dogmáticas, de mentalidad rígida y cerrada, sufren un significativo deterioro de su inteligencia y memoria a medida que envejecen, según analizó el psicólogo norteamericano Walter Schaie.
Se ha descubierto, incluso, que las personas que se mantienen activas tienen una incidencia menor del mal de Alzheimer que las personas que no acostumbran ejercitar su mente.
El gerontólogo Luis Presti mencionó que se están conociendo datos alentadores. Por ejemplo, que el número de neuronas que se pierden con el paso de los años es mucho menor de lo que se creía.
“Algunos viejos ejecutan los test cognitivos con el mismo rendimiento que los adultos jóvenes -señaló Presti-. Los estudios epidemiológicos demuestran que hay tres importantes factores que predicen y determinan la salud cerebral durante el envejecimiento: la actividad mental, la actividad física y las relaciones sociales”.
Mente sana en cuerpo sano
En términos muy generales, cabe decir que gozar de una salud general óptima durante toda la vida y llegar a la vejez bien sano es la mejor condición para alejar el Alzheimer, según puntualizó el médico. Hay que actuar mucho antes de que se envejezca y comiencen los fallos de memoria.
Presti recomienda cuidar la alimentación siguiendo dietas bajas en colesterol y comer de manera habitual bananas, naranjas, verduras, hortalizas, pan integral, hígado, frutas, guisos y aquellos nutrientes ricos en ácido fólico.
También es necesario controlar la diabetes, la hipertensión arterial, y realizar ejercicio físico. El caminar unos tres kilómetros por día es tan bueno para el cuerpo como para el cerebro y la mente.
“Aunque sea mayor, es bueno que la persona aprenda algo nuevo cada día. Órgano que no trabaja, se atrofia. Mantener el cerebro activo reduce el riesgo de Alzheimer -remarcó Presti-. Es indiscutible que casi todas las personas que alcanzan los 70 años pierden memoria”.
El experto recomienda que, aun después de jubilarse, la persona continúe trabajando aunque sea de voluntaria. “El trabajo nos ayuda a sentirnos útiles y relevantes. Si es estimulante, nos ayudará a mantener la agilidad mental”, afirmó. También aconseja hacer cursos de arte, música o de cualquier otra cosa que le guste. Llenar crucigramas ayuda a mejorar el vocabulario y a ejercitar las conexiones cerebrales.
Además, las personas que salen con amistades o tienen compañeros de juego suelen obtener mejores puntajes en diversas pruebas de habilidad cognitiva.