Una magnífica escultura funeraria

Una magnífica escultura funeraria

La tumba de Raúl Colombres, obra de José Fioravanti. Por Carlos Páez de la Torre (h)

EL ARIEL CAIDO. Inaugurado en 1925, el soberbio grupo escultórico lleva al pie la leyenda en griego Joven murió el valeroso, pero es inmortal. Fue costeado por suscripción pública. LA GACETA "EL ARIEL CAIDO". Inaugurado en 1925, el soberbio grupo escultórico lleva al pie la leyenda en griego "Joven murió el valeroso, pero es inmortal". Fue costeado por suscripción pública. LA GACETA
15 Febrero 2008
Entre las esculturas de alto valor artístico que existen en nuestro Cementerio del Oeste, se destaca la que marca la tumba del doctor Raúl Colombres. El monumento se denomina "El Ariel Caído". Son dos potentes figuras de bronce, obra de José Fioravanti.
El doctor Colombres (1884-1920) fue una gran personalidad de la medicina y también de la política de Tucumán. Calificado especialista en niños, entre las leyes que proyectó y logró hacer sancionar como diputado, está la de creación de la Escuela de Tracomatosos, que luego llevó su nombre. Murió prematuramente, a los 35 años, cuando el Partido Liberal se preparaba a sostener su candidatura a gobernador. Su muerte causó conmoción en Tucumán, y se realizó una suscripción pública para erigirle el monumento, que se encargó al prestigioso Fioravanti. Así, "El Ariel Caído" se inauguró el 14 de junio de 1925.
En ese acto multitudinario, el doctor Rodrigo Amorortu describió el simbolismo de la escultura. "Ariel, el genio alado del aire, pletórico de vida y cuyo dinamismo se plasma en el músculo fuerte y palpitante aún, ha caído en plena ascensión, al golpe de la fatalidad. Como emblema de su sino, junto a la diestra resplandece todavía la estrella que fue guía y fue imán para él, en su vuelo impecable hacia las regiones ideales", expresó. En la base, se grabaron las palabras griegas "Joven murió el valeroso, pero es inmortal".
El pedestal tenía empotrado un relieve con el rostro del ilustre muerto, una cruz y la leyenda "El pueblo de Tucumán al doctor Raúl Colombres".
El doctor Ernesto Padilla consideraría que el escultor penetró inspiradamente en la trayectoria de Colombres, "y volcándola en un símbolo de selección, modeló la joya de puro valor estético, que con orgullo se ostenta saludada con calificados sufragios en América y Europa".
Cabe recordar que Fioravanti (1896-1977) fue una destacada figura del arte argentino. Entre los muchos trabajos debidos a su cincel, se destacan el Monumento a la Bandera, de Rosario -que ejecutó con Alfredo Bigatti- y el tan conocido de Roque Sáenz Peña, de Florida y Diagonal, en pleno centro de Buenos Aires.

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