08 Febrero 2008
Dicen que la justicia es divina, aunque parece que no siempre. El fallo no estuvo acorde con el trámite general del juicio. San Martín fue más equipo durante los 90 minutos, sobre todo por el despliegue de Lucas Oviedo, que jugó y jugó, aunque sólo le faltó concretar esa jugada que hubiese cambiado el trámite del cotejo. Pero no, la justicia falló en contra de lo que amenazaba el encuentro, porque el “santo”, pese a jugar con 10 hombres casi todo el complemento, se bancó el rol de protagonista, como mandaba la tabla de posiciones. Unión, ahogado en la intensa llovizna que regaba Santa Fe, no era más que un alma perdida. Hasta que Zárate cantó las 40 y sacó un zapatazo imparable, que terminó por quebrar la balanza del veredicto, luego ampliada por Serrizuela. Festejos en Santa Fe, tristeza en La Ciudadela. Esta vez no hubo justicia.
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