06 Febrero 2008
La ex cónyuge presidencial Hillary Clinton es la gran favorita desde que arrancó la carrera hacia la Casa Blanca. Y no sólo para adjudicarse la candidatura demócrata, sino también para alcanzar la presidencia en los comicios del 4 de noviembre.
En el camino hacia el supermartes se impuso en New Hampshire y en Nevada. A su favor tiene la popularidad del marido, el ex presidente Bill Clinton, y una imagen de solidez y firmeza ganada con sus años en Washington como consorte en la Casa Blanca y luego como senadora, posición que aún ocupa.
A los 60 años, su lema frente a la amenaza de Barack Obama es la experiencia, en contraposición al escaso bagaje en política nacional del senador. Hillary basa su candidatura en un plan de salud que acercaría a Estados Unidos a una cobertura universal. Además promete una retirada de las tropas de Irak en 2009.
El fulgurante ascenso del afroamericano provocó cierto nerviosismo en sus filas, aunque también demostró su capacidad de reacción, que le sirvió para ganar en algunos estados volteando las encuestas en el último instante.
Su ascendencia entre los votantes latinos es un valor que puede resultar decisivo. Pero del mismo modo que cuenta con el beneplácito de los extranjeros, su imagen de frialdad produce rechazo en grandes sectores, incluidos los femeninos, pese a que es la primera mujer que podría alcanzar el máximo cargo del país.
Abogada graduada en la Universidad de Yale en 1973, se la considera uno de los 100 letrados más influyentes de los Estados Unidos. (Especial-DPA)
En el camino hacia el supermartes se impuso en New Hampshire y en Nevada. A su favor tiene la popularidad del marido, el ex presidente Bill Clinton, y una imagen de solidez y firmeza ganada con sus años en Washington como consorte en la Casa Blanca y luego como senadora, posición que aún ocupa.
A los 60 años, su lema frente a la amenaza de Barack Obama es la experiencia, en contraposición al escaso bagaje en política nacional del senador. Hillary basa su candidatura en un plan de salud que acercaría a Estados Unidos a una cobertura universal. Además promete una retirada de las tropas de Irak en 2009.
El fulgurante ascenso del afroamericano provocó cierto nerviosismo en sus filas, aunque también demostró su capacidad de reacción, que le sirvió para ganar en algunos estados volteando las encuestas en el último instante.
Su ascendencia entre los votantes latinos es un valor que puede resultar decisivo. Pero del mismo modo que cuenta con el beneplácito de los extranjeros, su imagen de frialdad produce rechazo en grandes sectores, incluidos los femeninos, pese a que es la primera mujer que podría alcanzar el máximo cargo del país.
Abogada graduada en la Universidad de Yale en 1973, se la considera uno de los 100 letrados más influyentes de los Estados Unidos. (Especial-DPA)