El fenómeno Obama

El fenómeno Obama

Seduce con su juventud y oratoria. El candidato demócrata podría convertirse en el primer hombre de color en conducir Estados Unidos. Video.

06 Febrero 2008
Un día cualquiera, a Barack Obama le preguntaron en la guardería qué quería ser de mayor. Pudo haber respondido cualquier cosa, pero ya entonces tenía muy en claro cuáles eran sus objetivos. "Quiero ser presidente", contestó.

Hoy, el afroamericano es uno de los fenómenos más interesantes de los últimos años en la política estadounidense. Primer candidato de color con verdaderas posibilidades de llegar a la presidencia, a sus 46 años se ha transformado en el más joven de los aspirantes.

Y eso no es todo. El influyente periódico "The New York Times" definió al abogado como el mejor orador demócrata de los últimos 50 años. En un país en el que la mayoría de los habitantes ignora a los políticos y quehacer, su encanto convirtió la campaña en un fenómeno de masas.

Este año los electores se dan cita como nunca antes en los comicios internos, que muestran una participación récord y anticipan la elección presidencial más reñida de la historia norteamericana. Mucho de ello se debe a Obama.

Sus mítines se asemejan a citas deportivas o a conciertos de rock. En Columbia, en Carolina del Sur, en Boise y en Idaho llegó a reunir 15.000 personas, y hasta 20.000 en Minneapolis. Su ascenso es tan meteórico como seguro. En 2004 impactó en la convención demócrata, en 2005 ya era senador y en 2006 comenzó a preparar su carrera presidencial.

El letrado de verbo fácil se presenta como el gran renovador del establishment de Washington, y lo ejemplifica con su oposición a la guerra de Irak o su deseo de restringir la venta de armas usando "el sentido común".

Empero, su gran virtud es al mismo tiempo su gran handicap, porque esa frescura es vista por muchos círculos de poder como inocencia. También cuenta con la desventaja de ser poco conocido para una gran parte de la población.

Muchos de los que lo vieron, en cambio, se rinden a su mensaje. Entre ellos, el clan Kennedy, que sin rubor comparó su impacto en la política y las ilusiones que proyecta con la imagen de John F. Kennedy. También están de su lado los principales diarios del país.

Con todo, Hillary Clinton sigue siendo una rival muy poderosa. Frente a ella, Obama se dibuja como una figura carismática. Su campaña se ha construido en torno a dos ejes básicos: la esperanza y el cambio. Y a ello contribuyen videos como éste, que está basado en un discurso que dio en Carolina del Sur y que cuenta con un reparto de lujo. (Especial-DPA)



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