Alice Cooper no abandona sus rituales satánicos

Alice Cooper no abandona sus rituales satánicos

La estrella, que inventó el rock del shock, cumple 60 años, y no piensa en jubilarse; hace cuatro décadas que está activo en el escenario. Gracias a la fe se recuperó del alcoholismo. Una figura de culto.

“CHICO MALO”. Mientras más revuelo provocaba en sus conciertos, donde no faltaba la sangre, más boletos vendía para sus actuaciones. “CHICO MALO”. Mientras más revuelo provocaba en sus conciertos, donde no faltaba la sangre, más boletos vendía para sus actuaciones.
04 Febrero 2008
Nueva York.- Sobre el escenario la sangre corría por litros, y serpientes, monstruos y arañas gigantes causaban horror a los asistentes, hasta que al final el cantante, maquillado de forma extravagante, moría guillotinado.
Cuando Alice Cooper aterrorizaba con estos exaltados shows a la burguesía estadounidense, sus “alumnos” como Marilyn Manson o Lordi aún estaban en pañales. Como inventor del rock del shock, Cooper escribió parte de la historia de la música. Hace cuatro décadas que está activo en la escena, torcido, estrafalario y musicalmente irresistible.
Hoy, la estrella del rock estadounidense cumple 60 años, y no piensa en retirarse. “Me guío por Mick Jagger", dijo una vez. “Tiene seis años más que yo. Por eso pienso que cuando él se jubile, aún tendré seis años por delante mío”. Con su disco “Dirty Diamonds”, que salió en 2005, realizó un tour de casi dos años por todo el mundo.
Alice Cooper nació en 1948, bajo el nombre de Vincent Damon Furnier, en la ciudad del automóvil de Detroit. Ya en el colegio, este fan de Los Beatles fundó su primera banda, The Earwigs, que tras varios cambios de nombre quedó como Alice Cooper. El nombre supuestamente corresponde a una mujer que murió en el siglo XVII en la hoguera. Alice Cooper, que entonces aún era Vincent, al parecer se enteró durante una sesión espiritual de que era su reencarnación.
Como sea, él bautizó así a la banda, y en 1974 adoptó el nombre como propio. Los rituales de brujas y satánicos lo seguirían acompañando durante su carrera. Tras algunos fracasos, la banda obtuvo su primer éxito en 1971 con “Love It To Death”, y en 1972 se hizo conocida a nivel internacional con el ya legendario disco “School`s Out”, seguido del hit “Billion Dollar Babies”.
Los “chicos malos” recaudaban gracias al horror que causaban entre la gente. Mientras más revuelo provocaban sus conciertos, más boletos se vendían. En 1975, Alice Cooper inició una carrera como solista, pero pronto comenzó a ir cuesta abajo. Sus problemas con el alcohol le causaron cada vez más inconvenientes. Se sometió a terapia (procesada en el disco “From The Inside”), pero volvió a recaer.
Recién a mediados de los 80 se recuperó definitivamente, y logró sostén gracias a la fe. “Durante toda mi vida fue alcohólico, pero todos los coches, casas, mujeres, drogas... al final no te queda nada”, dice. “Ya no bebo, y en la iglesia entendí de qué se trata: nuestra relación con Dios, con las cosas”.

Dos caras
En 1986 volvió al negocio, con el sencillo “He`s Back”. Sólo tres años después, con el disco “Trash” y el éxito “Poison”, volvió a ser absoluta figura de culto, también a pesar de que sus fans, entre tanto, ya son una generación más joven que él. Luego siguieron algunos álbumes inusuales y oscuros, hasta que volvió en 2003 con “The Eyes Of Alice Cooper” a los ritmos del rock and roll de sus primeros años.
Desde 2000 participa en sus shows su hija Calico, de 26 años. El artista quiere seguir cultivando las dos caras de Alice Cooper: “para mi familia soy un héroe, y tal vez para algunos centros de beneficencia”, dice. “Pero sobre el escenario la gente necesita a Alice, la fiera”. (DPA)

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