12 Enero 2008
MANIFESTANTES. Con la Enseña Nacional encabezaron la protesta por la venta del patrimonio arquitectónico. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
Cada vez es más heterogéneo el universo de participantes en las marchas de los viernes a la noche, en defensa del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico. Anoche, en la cuarta movilización, pudo observarse a varios referentes de sectores que están ideológicamente enfrentados, pero que -en este tema- se unieron en el mismo grito contra el Gobierno. "Tucumán no se vende; la cultura, no se vende; el patrimonio, no se vende", fueron las frases que ya se transformaron en un lema para los asistentes. Incluso hubo un grupo identificado con los puesteros del Mercado del Norte que se hizo notar con una pancarta y el sonido de los redoblantes.
"Alguien me habló de la heterogeneidad de estas marchas y me dijo que debe haber algún interés detrás de las protestas y le respondí que sí hay un interés: nuestro interés es que se respeten las leyes, que se respeten las instituciones; ese es nuestro mayor interés", afirmó el profesor Eduardo Ribotta al abrir los discursos frente a la Casa de Gobierno.
Ausencia notoria
"No queremos una ?shoppinglandia?", repitió Ribotta en las dos vueltas que dieron alrededor de la plaza Independencia; mientras la fachada de la Casa de Gobierno estaba con las luces apagadas.
Anoche, los organizadores dispusieron de una combi que cargaba un potente equipo de audio, que había sido contratado por la Federación Económica de Tucumán. De ese modo, lograron que sus consignas resonaran con más fuerza en la plaza.
Antes de iniciar el recorrido tradicional de la protesta, varios asistentes se preguntaron si había llegado Jorgelina García Azcárate, recientemente desplazada del cargo de Directora del Patrimonio Cultural de la Provincia, por haberse expresado en contra de la decisión oficial de enajenar los inmuebles. Sin embargo, la ex funcionaria del Poder Ejecutivo no asistió como sí lo había hecho en otra oportunidad.
"La FET era una casa privada que fue salvada por esa institución y fue refaccionada de manera impecable", mencionó el arquitecto Alberto Nicolini al cerrar su discurso. Luego cantaron el Himno Nacional y los organizadores invitaron a la quinta protesta para el viernes 18.
"Alguien me habló de la heterogeneidad de estas marchas y me dijo que debe haber algún interés detrás de las protestas y le respondí que sí hay un interés: nuestro interés es que se respeten las leyes, que se respeten las instituciones; ese es nuestro mayor interés", afirmó el profesor Eduardo Ribotta al abrir los discursos frente a la Casa de Gobierno.
Ausencia notoria
"No queremos una ?shoppinglandia?", repitió Ribotta en las dos vueltas que dieron alrededor de la plaza Independencia; mientras la fachada de la Casa de Gobierno estaba con las luces apagadas.
Anoche, los organizadores dispusieron de una combi que cargaba un potente equipo de audio, que había sido contratado por la Federación Económica de Tucumán. De ese modo, lograron que sus consignas resonaran con más fuerza en la plaza.
Antes de iniciar el recorrido tradicional de la protesta, varios asistentes se preguntaron si había llegado Jorgelina García Azcárate, recientemente desplazada del cargo de Directora del Patrimonio Cultural de la Provincia, por haberse expresado en contra de la decisión oficial de enajenar los inmuebles. Sin embargo, la ex funcionaria del Poder Ejecutivo no asistió como sí lo había hecho en otra oportunidad.
"La FET era una casa privada que fue salvada por esa institución y fue refaccionada de manera impecable", mencionó el arquitecto Alberto Nicolini al cerrar su discurso. Luego cantaron el Himno Nacional y los organizadores invitaron a la quinta protesta para el viernes 18.
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