26 Diciembre 2007
Durante la mañana de ayer, a los 60 años, falleció en San Miguel de Tucumán la dirigente María Angela Nassif, víctima de una enfermedad terminal. Estaba casada con Ernesto Suárez, con quien tuvo dos hijos.
Farmacéutica de profesión, Nassif fue una histórica militante de la izquierda. De hecho, integraba la conducción nacional del Partido Comunista Revolucionario. Su lucha política se inició en oposición al régimen de Juan Carlos Onganía, quien se hizo del poder mediante el golpe de Estado del 28 de junio de 1966, en la autodenominada “Revolución Argentina”, que derrocó al radical Arturo Humberto Illia. Onganía presidió de facto la Argentina hasta 1970.
Precisamente, entre 1967 y 1968, se produce un fuerte debate ideológico dentro del comunismo en la Argentina, que termina con la escisión entre el Partido Comunista, que siguió alineado con Moscú, y el Partido Comunista Revolucionario, que adoptó una orientación afín a los postulado de Mao Tse Tung, líder de la revolución comunista en China.
Posteriormente, su enfrentamiento militante fue con el Proceso de Reorganización Nacional, que llegó al poder mediante el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, depuso al gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Previamente, había sido una activa protagonista del “Tucumanazo”, la masiva protesta social que estalló entre el 10 y el 14 de noviembre de 1970, en esta capital.
Tras el advenimiento de la democracia, en 1983, Nassif fue miembro fundadora de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), movimiento piquetero que surgió a mediados de los 90, como nueva forma de protesta social y en repudio a las privatizaciones de empresas estatales dispuestas por el gobierno de Carlos Menem.
Los restos de Nassif son velados en una sala del pasaje Padilla 22 y serán inhumados hoy, a las 16, en el cementerio San Agustín.
Farmacéutica de profesión, Nassif fue una histórica militante de la izquierda. De hecho, integraba la conducción nacional del Partido Comunista Revolucionario. Su lucha política se inició en oposición al régimen de Juan Carlos Onganía, quien se hizo del poder mediante el golpe de Estado del 28 de junio de 1966, en la autodenominada “Revolución Argentina”, que derrocó al radical Arturo Humberto Illia. Onganía presidió de facto la Argentina hasta 1970.
Precisamente, entre 1967 y 1968, se produce un fuerte debate ideológico dentro del comunismo en la Argentina, que termina con la escisión entre el Partido Comunista, que siguió alineado con Moscú, y el Partido Comunista Revolucionario, que adoptó una orientación afín a los postulado de Mao Tse Tung, líder de la revolución comunista en China.
Posteriormente, su enfrentamiento militante fue con el Proceso de Reorganización Nacional, que llegó al poder mediante el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, depuso al gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Previamente, había sido una activa protagonista del “Tucumanazo”, la masiva protesta social que estalló entre el 10 y el 14 de noviembre de 1970, en esta capital.
Tras el advenimiento de la democracia, en 1983, Nassif fue miembro fundadora de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), movimiento piquetero que surgió a mediados de los 90, como nueva forma de protesta social y en repudio a las privatizaciones de empresas estatales dispuestas por el gobierno de Carlos Menem.
Los restos de Nassif son velados en una sala del pasaje Padilla 22 y serán inhumados hoy, a las 16, en el cementerio San Agustín.
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