18 Diciembre 2007
Un bloque comercial en terapia intensiva
La flamante Presidenta argentina recibirá la titularidad pro témpore del Mercosur con dos problemas: el caso Botnia y el pedido de que se permitan tratados de libre comercio. Por Angel Anaya, columnista diario LA GACETA.
BUENOS AIRES.- Cristina Fernández de Kirchner recibirá mañana la presidencia alterna del Mercosur en Montevideo, en una situación de terapia intensiva. Tanto es así, que el gobierno de Tabaré Vázquez solicitaría la rebaja de estatus pleno del Uruguay para negociar un tratado de libre comercio con Estados Unidos, en razón de las fuertes asimetrías entre los miembros de la alianza. Nunca como ahora esa soñada unión aduanera tuvo momentos tan precarios, agravados hace una semana por la presencia del caso Botnia en el discurso de investidura de CFK a pleno rostro del vecino mandatario. La Presidenta permanecerá pocas horas en Montevideo, como Vázquez lo estuvo en Buenos Aires, pero su ida y vuelta ha sido precedida por la recordación de un hecho que se perdió en las brumas de la marabunta política argentina. En marzo de 2004, los cancilleres Rafael Bielsa y Didier Operti resolvieron la instalación de las pasteras con un plan de monitoreo conjunto mediante un entendimiento bilateral, "de acuerdo con las coincidencias específicas de ambas delegaciones ante la Comisión del Río Uruguay". Dicho documento formal y oficial tuvo muy escasa difusión entonces y poco después fue retirado del sitio de internet de la Cancillería argentina. CFK debió olvidarlo, a pesar de su larga y puntillosa redacción cuando espetó en el rostro de su colega uruguayo su imputación. Esta vez, por consiguiente, no habrá ni cena de presidentes y la titularidad semestral del Mercosur será otra pesada carga para el flamante debut de la Presidenta. En la agenda argentina figura hasta el momento la solicitud de una declaración conjunta de integrantes y miembros asociados del Mercosur, contra el tratado recientemente suscripto en Lisboa por los constituyentes de la Unión Europea, donde se reconoce como parte de la comunidad británica a las Islas Malvinas y del Atlántico sur. Documento firmado por el gobierno español, con el que el argentino afirma tener las mejores relaciones en la UE. Casualmente y precediendo a la asamblea del Mercosur, se halla en Montevideo el comisario de Política Monetaria Europea, el español Joaquín Almunia, quien ha manifestado que la papelera Botnia "cumple razonablemente con los requisitos medioambientales". Malvinas y Botnia aparecen, pues, como un cencerro inesperado para demostrar que la política exterior se maneja con reglas muy diferentes de las aquí aplicadas en el rudo debate sobre la valija de Antonini Wilson. El gobierno español de Rodríguez Zapatero no sólo se jacta también de ser el mejor aliado europeo del argentino, sino que el rey Juan Carlos se esmeró en el reencuentro con Uruguay. Mas el dual discurso político de Buenos Aires mezcla las mareas, sin siquiera advertir que España tiene su Gibraltar, pero avanza en el tiempo con el recurso de las seducciones sobre los gibraltareños y sin perturbar sus relaciones con Londres. (De nuestra Sucursal)
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