13 Diciembre 2007
CON LA GENTE. La jefa de Estado utilizó uno de los recursos de su marido: se acercó a los asistentes al acto para saludarlos. Atrás se ve a Scioli. TELAM
BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández, eligió el conurbano bonaerense para encabezar su primer acto público tras la asunción del mando, donde pronunció un discurso ausente de toda referencia política.
Fernández aseguró que desde la gestión de Néstor Kirchner, su esposo y antecesor, la Argentina exhibe la construcción de un país diferente donde el Estado impulsa “políticas para que la gente tenga trabajo”, al tiempo que dedicó varios párrafos para exhortar a la gente a respetar la seguridad vial.
La jefa de Estado habló así al inaugurar, en la localidad de El Pato, en el límite de los partidos de Berazategui, Florencio Varela y La Plata, una obra vial para mejorar el tránsito que va desde la Capital Federal hacia la Costa Atlántica ya que en ese punto convergen la autovía 2 y la ruta 36. El acto sirvió también para el debut de dos flamantes funcionarios al lado de la nueva presidenta: el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
“Este es un país diferente, es un modelo de gestión que concibe al Estado con un rol en el cual, con infraestructura social y económica, está impulsando políticas para que la gente tenga trabajo”, afirmó Fernández.
La frase tuvo por objetivo justificar la continuidad de las políticas impulsadas desde 2003 porque, dijo, “hoy estamos celebrando un nuevo país que es más importante que un nuevo presidente, un nuevo gobernador o un nuevo intendente”.
“Antes se cambiaban, pero siempre teníamos el mismo país”, afirmó. “Ahora sabemos que el cambio tiene continuidad”. Aprovechando la inauguración de una obra en un muy transitado cruce de rutas, Cristina Fernández exhortó a la gente a respetar las normas de tránsito. “Si cada uno de nosotros no pone el esfuerzo de conducir respetando las normas de tránsito va a ser más difícil”, dijo, y aclaró: “necesitamos buenos gobiernos y funcionarios, pero también buenos ciudadanos”.
Del discurso presidencial estuvo ausente toda referencia política, aunque hubo un gesto de la primera mandataria que se podría leer como una sutil respuesta a la advertencia del titular de la CGT, el camionero Hugo Moyano, sobre ubicarse en la vereda de enfrente si el Gobierno no respeta los derechos de los obreros. Cuando hablaba por micrófono, un camión pasó por la ruta y tocó bocina. “También celebra el camionero que pasa ahí”, indicó la jefa de Estado con sonrisa cómplice. (DyN)
BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional, a través del flamante ministro del Interior, Florencio Randazzo, intentó bajar el tono de la polémica con el líder de la CGT, Hugo Moyano, al sostener que no es un desafío hacia el Gobierno de Cristina Fernández la advertencia lanzada por el camionero. Moyano amenazó con cruzarse a la “vereda de enfrente” si no se respeta el derecho de los trabajadores.
Randazzo, el primer funcionario que salió a responder formalmente a las palabras de Moyano, aseguró que la nueva Presidenta y su gobierno “serán inflexibles a la hora de defender los intereses de las mayorías”, y quitó dramatismo al supuesto enfrentamiento con el líder sindical.
Por el contrario, la diputada por la opositora Coalición Cívica, Patricia Bullrich, advirtió que Moyano pretende extorsionar al Gobierno, y dijo que la gestión recientemente finalizada de Néstor Kirchner aceptó dicha metodología. Bullrich, ex ministra de Trabajo que tuvo cruces con Moyano, aseveró que se trata de un modus operandi que consiste en que “llega un gobierno y se hacen demostraciones de fuerza” para negociar favores hacia el sector, en este caso ante la asunción de Cristina.
Moyano había encabezado un acto en el Sindicato de Camioneros, donde advirtió que si el Gobierno no respeta los derechos laborales, la CGT estará en la vereda de enfrente y amenazó con “llenar la Plaza de Mayo” con protestas. (DyN)
BUENOS AIRES.- En sus primeros días de actividad oficial, el martes, la presidenta, Cristina Fernández, cambió la rutina de la Casa Rosada. Pese a que la jornada estuvo caracterizada por el furor de la asunción, ya comenzaron a evidenciarse algunas diferencias con respecto a los hábitos de su antecesor y marido, Néstor Kirchner.
La mandataria llegó a la Rosada dos horas más tarde de lo que lo hacía su esposo: a las 10.45. Y regresó a Olivos una hora y media antes que él: a las 21. Pero trabajó algo más, ya que no se tomó la siesta que acostumbraba el ex jefe de Estado.
La Presidenta trabajó en horario corrido durante más de 10 horas, sin moverse de su despacho. Incluso, ni siquiera utilizó el comedor presidencial, puesto que optó por un almuerzo frugal, según consignó el diario “La Nación”.
Se supo, además, que para las audiencias oficiales pidió, en vez de té negro, como lo hacía su cónyuge, un agua mineral.
Cristina arrancó su jornada de ayer a media mañana, con una reunión en la residencia de Olivos con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para fijar posición sobre la polémica ley de tickets. Durante el encuentro, instruyó al funcionario sobre el informe que debía brindar a la comisión de Trabajo de la Cámara de Senadores. Ese cuerpo es presidido por el radical opositor Gerardo Morales. (Télam-Especial)
Fernández aseguró que desde la gestión de Néstor Kirchner, su esposo y antecesor, la Argentina exhibe la construcción de un país diferente donde el Estado impulsa “políticas para que la gente tenga trabajo”, al tiempo que dedicó varios párrafos para exhortar a la gente a respetar la seguridad vial.
La jefa de Estado habló así al inaugurar, en la localidad de El Pato, en el límite de los partidos de Berazategui, Florencio Varela y La Plata, una obra vial para mejorar el tránsito que va desde la Capital Federal hacia la Costa Atlántica ya que en ese punto convergen la autovía 2 y la ruta 36. El acto sirvió también para el debut de dos flamantes funcionarios al lado de la nueva presidenta: el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
“Este es un país diferente, es un modelo de gestión que concibe al Estado con un rol en el cual, con infraestructura social y económica, está impulsando políticas para que la gente tenga trabajo”, afirmó Fernández.
La frase tuvo por objetivo justificar la continuidad de las políticas impulsadas desde 2003 porque, dijo, “hoy estamos celebrando un nuevo país que es más importante que un nuevo presidente, un nuevo gobernador o un nuevo intendente”.
“Antes se cambiaban, pero siempre teníamos el mismo país”, afirmó. “Ahora sabemos que el cambio tiene continuidad”. Aprovechando la inauguración de una obra en un muy transitado cruce de rutas, Cristina Fernández exhortó a la gente a respetar las normas de tránsito. “Si cada uno de nosotros no pone el esfuerzo de conducir respetando las normas de tránsito va a ser más difícil”, dijo, y aclaró: “necesitamos buenos gobiernos y funcionarios, pero también buenos ciudadanos”.
Del discurso presidencial estuvo ausente toda referencia política, aunque hubo un gesto de la primera mandataria que se podría leer como una sutil respuesta a la advertencia del titular de la CGT, el camionero Hugo Moyano, sobre ubicarse en la vereda de enfrente si el Gobierno no respeta los derechos de los obreros. Cuando hablaba por micrófono, un camión pasó por la ruta y tocó bocina. “También celebra el camionero que pasa ahí”, indicó la jefa de Estado con sonrisa cómplice. (DyN)
Bajan el tono de la polémica con Moyano
BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional, a través del flamante ministro del Interior, Florencio Randazzo, intentó bajar el tono de la polémica con el líder de la CGT, Hugo Moyano, al sostener que no es un desafío hacia el Gobierno de Cristina Fernández la advertencia lanzada por el camionero. Moyano amenazó con cruzarse a la “vereda de enfrente” si no se respeta el derecho de los trabajadores.
Randazzo, el primer funcionario que salió a responder formalmente a las palabras de Moyano, aseguró que la nueva Presidenta y su gobierno “serán inflexibles a la hora de defender los intereses de las mayorías”, y quitó dramatismo al supuesto enfrentamiento con el líder sindical.
Por el contrario, la diputada por la opositora Coalición Cívica, Patricia Bullrich, advirtió que Moyano pretende extorsionar al Gobierno, y dijo que la gestión recientemente finalizada de Néstor Kirchner aceptó dicha metodología. Bullrich, ex ministra de Trabajo que tuvo cruces con Moyano, aseveró que se trata de un modus operandi que consiste en que “llega un gobierno y se hacen demostraciones de fuerza” para negociar favores hacia el sector, en este caso ante la asunción de Cristina.
Moyano había encabezado un acto en el Sindicato de Camioneros, donde advirtió que si el Gobierno no respeta los derechos laborales, la CGT estará en la vereda de enfrente y amenazó con “llenar la Plaza de Mayo” con protestas. (DyN)
La mandataria trabaja en horario corrido
BUENOS AIRES.- En sus primeros días de actividad oficial, el martes, la presidenta, Cristina Fernández, cambió la rutina de la Casa Rosada. Pese a que la jornada estuvo caracterizada por el furor de la asunción, ya comenzaron a evidenciarse algunas diferencias con respecto a los hábitos de su antecesor y marido, Néstor Kirchner.
La mandataria llegó a la Rosada dos horas más tarde de lo que lo hacía su esposo: a las 10.45. Y regresó a Olivos una hora y media antes que él: a las 21. Pero trabajó algo más, ya que no se tomó la siesta que acostumbraba el ex jefe de Estado.
La Presidenta trabajó en horario corrido durante más de 10 horas, sin moverse de su despacho. Incluso, ni siquiera utilizó el comedor presidencial, puesto que optó por un almuerzo frugal, según consignó el diario “La Nación”.
Se supo, además, que para las audiencias oficiales pidió, en vez de té negro, como lo hacía su cónyuge, un agua mineral.
Cristina arrancó su jornada de ayer a media mañana, con una reunión en la residencia de Olivos con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para fijar posición sobre la polémica ley de tickets. Durante el encuentro, instruyó al funcionario sobre el informe que debía brindar a la comisión de Trabajo de la Cámara de Senadores. Ese cuerpo es presidido por el radical opositor Gerardo Morales. (Télam-Especial)
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