Chris Cornell relució un potente grunge en el Personal Fest

Chris Cornell relució un potente grunge en el Personal Fest

Alrededor de 30.000 personas participaron en el cierre del festival. Luis Spinetta interpretó una versión rapeada de "Ana no duerme" .Una programación diversa en los distintos escenarios.

DESDE SEATTLE. Es la primera vez que el ex líder de Audioslave y de Soundgarden se presenta en el país con su nuevo grupo.GENTILEZA PERSONAL FEST DESDE SEATTLE. Es la primera vez que el ex líder de Audioslave y de Soundgarden se presenta en el país con su nuevo grupo.GENTILEZA PERSONAL FEST
10 Diciembre 2007
Buenos Aires (Enviado especial, Facundo Pereyra).- Chris Cornell superó las expectativas de muchas de las 30.000 pelucas que saltaron y se emocionaron con su voz. Una banda precisa y súper potente fue la que ayudó a que el recorrido por el grunge fuera completo y actual, porque logró darle un giro al sonido para sacarle el olor a naftalina.
Fue un set demoledor que hizo superar el cansancio de quienes llevaban más de cinco horas cubriendo una y otra vez el trayecto entre un escenario y otro (y hubo cuatro más uno pequeño junto al principal). Las nuevas canciones de su etapa como solista se mixturaron ágilmente con las de Soundgarden y Audioslave, las bandas que lideró en los últimos 15 años. El cierre, con los bises, fue con un popurrí muy rocker, que incluyó "Whole Lotta Love" de Led Zeppelin, "The End" de los Doors y "Bela Lugosi is Dead" de Bauhaus.
La fiesta en el escenario central del Personal Fest empezó temprano. El Mató a un Policía Motorizado, una banda conocida por los tucumanos, abrió el camino, para que luego Los 7 Delfines la "rompiera" con canciones fuertes y certeras. Monkey Busines fue la primera banda internacional, con su desembozado sello musical intacto, pero con menos baile del que solía verse por televisión.
Por allí pasó después Luis Alberto Spinetta, que impactó desde el arranque con un show netamente de estadio, que cerró con una versión rapeada de "Ana no duerme", con los flaquitos Dante y Valentino Spinetta en guitarra y voces (fraseo con arreglos del menor), respectivamente.
A esa hora, la oferta ya había empezado a generar algunos problemas. A la misma hora, en otro escenario tocó Los Cafres, presentando sus nuevos discos, "Barrilete" y "Hombre simple" y, en otro, el agradable gigantón morocho Ed Motta, con sus juegos rítmicos de funk y música brasileña.
El recorrido de una tarima a otra llevó a tomar dosis homeopáticas de la más variada gama de sonidos de orígenes diversos. Los mexicanos de Austi TV, enmascarados y fuertes; el uruguayo Cuarteto de Nos, con su rock visceral y un listado de lujo de dj?s en otro local (el único techado).
Fito Páez, en uno de los escenarios alternativos, montado en una isla en medio de un laguito, profundizó su plan "Rodolfo", y frente al piano de cola, vestido de negro, tocó los temas de ese disco y algunos viejos éxitos de esos que se cantan casi en cualquier parte. Como viene haciendo últimamente, Fito despotricó: contra los bombos, las distorsiones, los grupos que tocaban en ese momento en otros sectores dejando que su sonido llegara hasta allí. El público colmó el sector, e hizo temer que el islote se hundiera.
Por el principal pasaba Happy Mondays, con su fiesta propia, con sensualidad y color incluidos.
A esa hora, los puertorriqueños de Cultura Profética hacían su segunda presentación en el país, con un show fuerte, de reggae comprometido con la vida y con la alegría de vivirla.
El escenario que tuvo reggae, logró otro punto alto más temprano, con Dancing Mood a pleno, en un show impactante de armonías, bailes e invitados: el Cadillacs Flavio Ciancarullo y después la ex Blacanblues Déborah Dixon, para que la big band de ska clausurara su show con un homenaje a Los Redondos.

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