12 Noviembre 2007
PEREGRINOS. Unas 100.000 personas concurrieron a la ceremonia. REUTERS
BUENOS AIRES.- Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 en las tierras donde hoy se encuentra la localidad rionegrina de Chimpay.
Era hijo de la cautiva chilena Rosario Burgos y de Manuel Namuncurá, cacique de los mapuches e hijo del legendario cacique Cafulcurá. Este fue quien encabezó la resistencia de su pueblo durante la Campana del Desierto que encabezó Julio Argentino Roca.
Estos dos apellidos, emblemáticos de la Patagonia, se cruzan en una mujer. “Mi abuela era nieta de Calfulcurá, el padre de Manuel Namuncurá. Yo soy prima tercera de Ceferino”, contó ayer, tras la ceremonia de beatificación María Roca, de 60 años, cuyos rasgos hablan de su origen mapuche. “Mi abuela fue criada y educada por el general Roca”, dice al explicar su apellido.
Ceferino fue bautizado y, a los 11 años, lo llevaron a Buenos Aires a estudiar en el colegio militar. Pero le pidió a su padre que lo cambiara de escuela y fue llevado al Colegio Salesiano Pío IX, en el barrio porteño de Almagro, donde tomó la primera comunión en 1898. Allí se enfermó de tuberculosis y lo trasladaron a Viedma, donde conoció al enfermero Artémides Zatti, quien también es beato. El médico Gervasio Garrone, fundador del hospital San José y director del primer centro asistencial de la Patagonia, lo tuvo bajo su cuidado.
Un año más tarde fue enviado a Roma, Italia, junto con monseñor Juan Cagliero, también de la orden de los salesianos. Allí fue recibido por el papa Pío IX y permaneció estudiando en el colegio salesiano de Frascatti, de la localidad de Villa Sora. Su intención era ser sacerdote y regresar a su pueblo natal.
Pero su afección fue empeorando con el paso de los días. Lo atendió el médico personal del Papa, y fue internado en el hospital Fatte Bene Fratelli. Allí murió el 11 de mayo de 1905, cuando tenía 18 años. (DyN-NA)
Era hijo de la cautiva chilena Rosario Burgos y de Manuel Namuncurá, cacique de los mapuches e hijo del legendario cacique Cafulcurá. Este fue quien encabezó la resistencia de su pueblo durante la Campana del Desierto que encabezó Julio Argentino Roca.
Estos dos apellidos, emblemáticos de la Patagonia, se cruzan en una mujer. “Mi abuela era nieta de Calfulcurá, el padre de Manuel Namuncurá. Yo soy prima tercera de Ceferino”, contó ayer, tras la ceremonia de beatificación María Roca, de 60 años, cuyos rasgos hablan de su origen mapuche. “Mi abuela fue criada y educada por el general Roca”, dice al explicar su apellido.
Ceferino fue bautizado y, a los 11 años, lo llevaron a Buenos Aires a estudiar en el colegio militar. Pero le pidió a su padre que lo cambiara de escuela y fue llevado al Colegio Salesiano Pío IX, en el barrio porteño de Almagro, donde tomó la primera comunión en 1898. Allí se enfermó de tuberculosis y lo trasladaron a Viedma, donde conoció al enfermero Artémides Zatti, quien también es beato. El médico Gervasio Garrone, fundador del hospital San José y director del primer centro asistencial de la Patagonia, lo tuvo bajo su cuidado.
Un año más tarde fue enviado a Roma, Italia, junto con monseñor Juan Cagliero, también de la orden de los salesianos. Allí fue recibido por el papa Pío IX y permaneció estudiando en el colegio salesiano de Frascatti, de la localidad de Villa Sora. Su intención era ser sacerdote y regresar a su pueblo natal.
Pero su afección fue empeorando con el paso de los días. Lo atendió el médico personal del Papa, y fue internado en el hospital Fatte Bene Fratelli. Allí murió el 11 de mayo de 1905, cuando tenía 18 años. (DyN-NA)
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