29 Octubre 2007
SIN EXPLICACIONES. Patricia Garnero y Ricardo Arias no hallan consuelo.LA GACETA/ENRIQUE GALINDEZ
"Ella debe haber visto algo raro. Es lo único que se me ocurre para explicar que este hombre se haya ensañado con ella hasta sacarle los ojos...". Ricardo Arias, hermano de María Marta Arias, está seguro de que ella se enteró de algo que su esposo, Pablo Antonio Amín, no quería que se difundiera. Y piensa -como su esposa y su hermano Claudio- que ese "algo" tiene que ver con la actividad comercial que desarrollaba el matrimonio: eran promotores de los productos dietéticos Herbalife.
María Marta estudiaba Ciencias Económicas en Santiago del Estero y le faltaba poco para recibirse de contadora pública. Era la menor de cinco hermanos (tres varones y dos mujeres). "Era una chica alegre, un pan de Dios", dijo Patricia Garnero, cuñada de la víctima.
Ayer, Arias y Amín hubiesen cumplido tres meses de casados. Se habían conocido hace tiempo, cuando estudiaban inglés en el Anglo, en Santiago del Estero, pero se reencontraron el verano pasado. "Se pusieron de novios en marzo y dos meses después anunciaron que se casaban. A todos nos cayó bastante mal, porque fue de un día para el otro", contó Ricardo.
Patricia añadió que Pablo y María Marta solían ir a almorzar los domingos a su casa, pero que hace aproximadamente un mes dejaron de hacerlo. "La vimos por última vez cuando nos visitó para el Día de la Madre. Estaba sola; él había viajado a Córdoba para ver a su madre y a su hermana, que había tenido familia", contó Ricardo.
"Le preguntamos por qué ya no la veíamos; por qué no iba a visitar a mamá, pero no dio explicaciones. Creo que se enojaron porque yo había dejado el tratamiento para bajar de peso. Me hacía mal; y como quería quedar embarazada, pensé que era mejor comer y no tomar esos productos", añadió. "El bajó como 50 kilos en seis meses", dijo Patricia, y Claudio añadió que Amín tomaba muchísimos productos para bajar de peso. "Tenía una caja grande con medicación, que tenía que tomar todos los días", relató.
Su familia le cuestionaba a María Marta que trabajara haciendo ventas en la calle. La joven padecía lupus y no podía exponerse permanentemente al sol. "No sabemos si la presionaba para que saliera a vender... Problemas de plata no tenían", dijo Ricardo.
Los Arias se enteraron del horrible crimen por las noticias de la televisión, ayer por la mañana. "Mi suegra escuchó en ?Crónica? que habían matado a una chica santiagueña en Tucumán y me lo comentó, preocupada; pero yo la tranquilicé. Al rato, nos llamaron para avisarnos lo que había pasado", relató Patricia.
Los familiares de María Marta esperaban anoche a la puerta de Tribunales a que llegara la fiscal Adriana Reinoso Cuello para saber cuáles cuáles son los pasos a seguir. "Para nosotros lo principal ahora es que nos permitan retirar el cuerpo y llevarla a Santiago para velarla", dijo Ricardo.
María Marta estudiaba Ciencias Económicas en Santiago del Estero y le faltaba poco para recibirse de contadora pública. Era la menor de cinco hermanos (tres varones y dos mujeres). "Era una chica alegre, un pan de Dios", dijo Patricia Garnero, cuñada de la víctima.
Ayer, Arias y Amín hubiesen cumplido tres meses de casados. Se habían conocido hace tiempo, cuando estudiaban inglés en el Anglo, en Santiago del Estero, pero se reencontraron el verano pasado. "Se pusieron de novios en marzo y dos meses después anunciaron que se casaban. A todos nos cayó bastante mal, porque fue de un día para el otro", contó Ricardo.
Patricia añadió que Pablo y María Marta solían ir a almorzar los domingos a su casa, pero que hace aproximadamente un mes dejaron de hacerlo. "La vimos por última vez cuando nos visitó para el Día de la Madre. Estaba sola; él había viajado a Córdoba para ver a su madre y a su hermana, que había tenido familia", contó Ricardo.
"Le preguntamos por qué ya no la veíamos; por qué no iba a visitar a mamá, pero no dio explicaciones. Creo que se enojaron porque yo había dejado el tratamiento para bajar de peso. Me hacía mal; y como quería quedar embarazada, pensé que era mejor comer y no tomar esos productos", añadió. "El bajó como 50 kilos en seis meses", dijo Patricia, y Claudio añadió que Amín tomaba muchísimos productos para bajar de peso. "Tenía una caja grande con medicación, que tenía que tomar todos los días", relató.
Su familia le cuestionaba a María Marta que trabajara haciendo ventas en la calle. La joven padecía lupus y no podía exponerse permanentemente al sol. "No sabemos si la presionaba para que saliera a vender... Problemas de plata no tenían", dijo Ricardo.
Los Arias se enteraron del horrible crimen por las noticias de la televisión, ayer por la mañana. "Mi suegra escuchó en ?Crónica? que habían matado a una chica santiagueña en Tucumán y me lo comentó, preocupada; pero yo la tranquilicé. Al rato, nos llamaron para avisarnos lo que había pasado", relató Patricia.
Los familiares de María Marta esperaban anoche a la puerta de Tribunales a que llegara la fiscal Adriana Reinoso Cuello para saber cuáles cuáles son los pasos a seguir. "Para nosotros lo principal ahora es que nos permitan retirar el cuerpo y llevarla a Santiago para velarla", dijo Ricardo.