26 Octubre 2007
Un análisis de Jorge Figueroa, Redacción LA GACETA.
Mucha ocurrencia y mucho juego, pero también una acentuada despreocupación por la técnica. Las exhibiciones de arte contemporáneo en esta ciudad, sobre todo las de los artistas más jóvenes, presentan un combo compuesto por altas dosis de acciones, en las que diferentes lenguajes artísticos se cruzan y se mezclan. En esas acciones se prioriza el arte como una actividad lúdica, fundamentalmente; pero también está en el orden del día ser ingenioso, ser imaginativo. Grupos como Los Pasteles Rojos, Menos Nosotras Dos y Arte-Tecnología-Medios, entre otros numerosos artistas, se posicionan en esta estética, desde donde soplan nuevos vientos frescos en las prácticas artísticas. Otra característica es el acentuado tono pop de estos trabajos.
Mucha ocurrencia y mucho juego, pero también una acentuada despreocupación por la técnica. Las exhibiciones de arte contemporáneo en esta ciudad, sobre todo las de los artistas más jóvenes, presentan un combo compuesto por altas dosis de acciones, en las que diferentes lenguajes artísticos se cruzan y se mezclan. En esas acciones se prioriza el arte como una actividad lúdica, fundamentalmente; pero también está en el orden del día ser ingenioso, ser imaginativo. Grupos como Los Pasteles Rojos, Menos Nosotras Dos y Arte-Tecnología-Medios, entre otros numerosos artistas, se posicionan en esta estética, desde donde soplan nuevos vientos frescos en las prácticas artísticas. Otra característica es el acentuado tono pop de estos trabajos.
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