24 Octubre 2007
DESASTRE. El “Castillo de Malibú”, una edificación construida en 1970 y que perteneció a la filántropa Lilly Lawrence, se perdió para siempre. REUTERS
LOS ANGELES.- Los incendios que hace tres días afectan el sur de California se extienden sin control. Las llamas han devorado miles de viviendas y se acercan peligrosamente a los grandes centros urbanos de la costa. Una veintena de focos arrasaba todo a su paso desde el norte de Los Angeles hasta San Diego, por donde el fuego atravesó la frontera hacia territorio mexicano.
El presidente, George W. Bush, declaró la emergencia en California, lo que permitirá desembolsar una ayuda federal, y anunció que mañana viajará al Estado de la costa oeste estadounidense azotado por el fuego. El siniestro ha causado la muerte de una segunda persona y ha provocado la mayor evacuación en California: más de 700.000 personas debieron ser desplazadas.
Ráfagas fuertes y cambiantes, además de temperaturas particularmente altas para la época atizan los fuegos que destruyeron casas de ricos y pobres y amenazan con sobrepasar la capacidad de los bomberos, que no logran controlar una de las peores crisis de incendio en la historia de California. Algunos focos son tan extensos que se pueden apreciar desde el espacio, y el humo es tan denso que los radares meteorológicos los confunden con nubes.
Sólo resta esperar
Miles de bomberos están batallando contra el fuego por medio de 90 helicópteros y aviones cisterna, entre ellos un DC-10 modificado. Sin embargo, el fuerte viento impide llegar a distintos sectores de la montaña, donde los focos se multiplican sin cesar. “Los vientos son erráticos e impredecibles; no se puede saber dónde ni cuándo aparecerá el fuego”, declaró un bombero que luchaba contra las llamas en San Diego, el lugar más afectado por el siniestro. “Sólo resta esperar que mejoren las condiciones climáticas”, agregó. El Pentágono puso a disposición 550 marines para apoyar la tarea de la Guardia Nacional en el traslado de los damnificados.
Arde Malibú
Al menos mil casas han sido devoradas por el fuego sólo en San Diego, la zona más afectada, y unas 70.000 están en serio peligro de ser consumidas por las llamas, dijo ayer el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que dirige personalmente las tareas de evacuación. El ex astro de cine lamentó el drama que viven varios de sus antiguos colegas de Hollywood, que perdieron sus mansiones ubicadas en el exclusivo balneario de Malibú. Se calcula que decenas de millones de dólares se perdieron hasta ahora por efecto del siniestro, cuyo origen podría estar en una falla de las instalaciones eléctricas de Malibú. Esta localidad, ubicada a 40 kilómetros al oeste de Hollywood, es el lugar elegido por los millonarios que buscan privacidad, ya sea en mansiones frente al mar o en ranchos construidos en los cañones que dan al Pacífico. Celebridades como Tom Hanks, Mel Gibson y Sean Penn tienen propiedades en el área, así como los cantantes Sting y Olivia Newton-John. El magnate de los medios David Geffen invirtió parte de su fortuna en el refugio Malibú Beach Inn, que convirtió en un hotel de lujo. Al iniciarse el incendio, Geffen abrió su hotel de manera gratuita a dos docenas de evacuados, así como a 80 bomberos que durmieron allí. El hotel también fue devorado por las llamas. (Reuter-Télam-AFP-NA)
El presidente, George W. Bush, declaró la emergencia en California, lo que permitirá desembolsar una ayuda federal, y anunció que mañana viajará al Estado de la costa oeste estadounidense azotado por el fuego. El siniestro ha causado la muerte de una segunda persona y ha provocado la mayor evacuación en California: más de 700.000 personas debieron ser desplazadas.
Ráfagas fuertes y cambiantes, además de temperaturas particularmente altas para la época atizan los fuegos que destruyeron casas de ricos y pobres y amenazan con sobrepasar la capacidad de los bomberos, que no logran controlar una de las peores crisis de incendio en la historia de California. Algunos focos son tan extensos que se pueden apreciar desde el espacio, y el humo es tan denso que los radares meteorológicos los confunden con nubes.
Sólo resta esperar
Miles de bomberos están batallando contra el fuego por medio de 90 helicópteros y aviones cisterna, entre ellos un DC-10 modificado. Sin embargo, el fuerte viento impide llegar a distintos sectores de la montaña, donde los focos se multiplican sin cesar. “Los vientos son erráticos e impredecibles; no se puede saber dónde ni cuándo aparecerá el fuego”, declaró un bombero que luchaba contra las llamas en San Diego, el lugar más afectado por el siniestro. “Sólo resta esperar que mejoren las condiciones climáticas”, agregó. El Pentágono puso a disposición 550 marines para apoyar la tarea de la Guardia Nacional en el traslado de los damnificados.
Arde Malibú
Al menos mil casas han sido devoradas por el fuego sólo en San Diego, la zona más afectada, y unas 70.000 están en serio peligro de ser consumidas por las llamas, dijo ayer el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que dirige personalmente las tareas de evacuación. El ex astro de cine lamentó el drama que viven varios de sus antiguos colegas de Hollywood, que perdieron sus mansiones ubicadas en el exclusivo balneario de Malibú. Se calcula que decenas de millones de dólares se perdieron hasta ahora por efecto del siniestro, cuyo origen podría estar en una falla de las instalaciones eléctricas de Malibú. Esta localidad, ubicada a 40 kilómetros al oeste de Hollywood, es el lugar elegido por los millonarios que buscan privacidad, ya sea en mansiones frente al mar o en ranchos construidos en los cañones que dan al Pacífico. Celebridades como Tom Hanks, Mel Gibson y Sean Penn tienen propiedades en el área, así como los cantantes Sting y Olivia Newton-John. El magnate de los medios David Geffen invirtió parte de su fortuna en el refugio Malibú Beach Inn, que convirtió en un hotel de lujo. Al iniciarse el incendio, Geffen abrió su hotel de manera gratuita a dos docenas de evacuados, así como a 80 bomberos que durmieron allí. El hotel también fue devorado por las llamas. (Reuter-Télam-AFP-NA)