11 Octubre 2007
La panza llena de los cajones de las verdulerías vino a confirmar lo que ya se sabía hace milenios: que cuando la gente deja de comprar un producto, la mercadería se amontona y el precio se tira por un tobogán. El elevado costo que alcanzó el tomate en la última semana ofuscó a los consumidores, que cerraron sus monederos y le dieron la espalda. La hortaliza se puso roja y, desde ayer, se la consigue un 50 % más barata.
Esta mañana, la verdura reforzó su tendencia bajista: en varios puestos del Mercado del Norte el kilo se consiguió entre $ 1 y $ 2 más barato que ayer. Cierto es que el paro de compras no fue el único factor que influyó en el fenómeno: la mercadería ingresó en mayor cantidad en los negocios y eso contribuyó a su abaratamiento.
La papa es, hasta ahora, la única que se muestra indiferente al enojo de los consumidores. Sólo uno de los puesteros consultados dijo que en su negocio había disminuido el costo del tubérculo. El resto no sólo manifestó que el precio se mantiene tal como la semana pasada (entre $ 3,50 y $ 4,50 el kilo) sino que estimaron que no cambiará.
“La gente compra mucho menos: si antes llevaba cuatro kilos de papas, ahora sólo lleva medio. Y, tímidamente, volvieron a animarse al tomate. La semana pasada se tentaban y llevaban uno solo, para la ensalada. Ahora, aprovechan que cayó el precio”, explicó Ramón, un puestero del Mercado.
El mayor ingreso de productos en el Mercofrut propició el abaratamiento de otras verduras y frutas que, por estas horas, se achicharran en los cajones mientras esperan compradores. La lechuga, la chaucha, la acelga y la frutilla son algunos de los productos que bajaron el precio. LA GACETA ©
Esta mañana, la verdura reforzó su tendencia bajista: en varios puestos del Mercado del Norte el kilo se consiguió entre $ 1 y $ 2 más barato que ayer. Cierto es que el paro de compras no fue el único factor que influyó en el fenómeno: la mercadería ingresó en mayor cantidad en los negocios y eso contribuyó a su abaratamiento.
La papa es, hasta ahora, la única que se muestra indiferente al enojo de los consumidores. Sólo uno de los puesteros consultados dijo que en su negocio había disminuido el costo del tubérculo. El resto no sólo manifestó que el precio se mantiene tal como la semana pasada (entre $ 3,50 y $ 4,50 el kilo) sino que estimaron que no cambiará.
“La gente compra mucho menos: si antes llevaba cuatro kilos de papas, ahora sólo lleva medio. Y, tímidamente, volvieron a animarse al tomate. La semana pasada se tentaban y llevaban uno solo, para la ensalada. Ahora, aprovechan que cayó el precio”, explicó Ramón, un puestero del Mercado.
El mayor ingreso de productos en el Mercofrut propició el abaratamiento de otras verduras y frutas que, por estas horas, se achicharran en los cajones mientras esperan compradores. La lechuga, la chaucha, la acelga y la frutilla son algunos de los productos que bajaron el precio. LA GACETA ©
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