Según Carrió, Enarsa funciona como una oficina inmobiliaria

BUENOS AIRES.- La candidata a presidente por la Coalición Cívica, Elisa Carrió, cuestionó la existencia y el rol que desempeña la empresa energética estatal Enarsa, y señaló que su continuidad será revisada en caso de ganar las próximas elecciones presidenciales.
“Estamos en contra de una empresa que funciona como una oficina inmobiliaria, otorgando concesiones a personajes íntimamente vinculados al poder”, señaló Carrió durante un almuerzo al que fue invitada por empresarios nucleados en el Club del Petróleo.
Con relación a las políticas de tarifas del sector energético, la candidata se excusó de dar precisiones al respecto y prometió “estudiar todas las variables para dar una definición antes de diciembre. Vamos a subsidiar la demanda pero no la oferta”, comentó. Carrió afirmó que hay posibilidades concretas de que la Coalición Cívica esté en ballottage contra el oficialismo. “Falta un último esfuerzo de la gente; estamos al borde de poder hacer una revolución en paz”, agregó.
Entre el auditorio se contaron representantes de la segunda línea de las petroleras Pluspetrol, Total, Tecpetrol, Chevron, Pan American, Wintershall, Apache, Petro Andina, y de proveedoras de servicios a esa industria, como Skanska y Tenaris. No estuvieron, en cambio, representadas, Repsol YPF, Petrobras, Shell ni Esso.
Carrió estuvo acompañada por el candidato a vicepresidente, Rubén Giustiniani y por Enrique Olivera, Patricia Bullrich, María Eugenia Estenssoro, y Pedro Lacoste. Fue presentada en el Club por el empresario Oscar Vicente, que formuló una exposición previa a Carrió, referida a la situación de declive de las reservas, producción y exploración de petróleo y gas en la Argentina.
“El precio del gas (en boca de pozo) y la desconfianza (por falta de reglas claras) afectan a las inversiones necesarias”, dijo Vicente.
A su turno, Carrió no formuló ningún detalle sobre el criterio que seguirá un eventual gobierno de la Coalición en el sector de hidrocarburos cuando se le preguntó acerca de la renegociación de contratos (de concesión), o de posibles incentivos a la exploración en procura de reservas. Admitió: “prefiero dar respuestas elípticas porque estamos a tres semanas de las elecciones y cualquier definición puede ser usada en un sentido que no lo tiene”.
Prometió a los petroleros: “cuando seamos gobierno escucharemos a todos y resolveremos políticas dentro del mayor consenso posible, para un desarrollo de largo plazo, donde el Estado será árbitro y los organismos de control sean estrictos en la aplicación de las normas”. (DyN)