29 Septiembre 2007
"Tucumán es casi un apéndice de la Nación"
El candidato a presidente señaló que Cristina Kirchner profundizará la debilidad estructural de las provincias y de sus gobernadores. El mandatario neuquino confía en llegar al ballottage, se define como un hombre de centroderecha y dijo que el país, con Kirchner, va camino a convertirse en Venezuela.
COMPAÑEROS DE FORMULA. “Nos reímos mucho juntos”, dijo Sobisch en LA GACETA al referirse a Asís. LA GACETA / JOSE NUNO
Al gobernador Jorge Sobisch nada parece inmutarlo. Esboza una respuesta sobre sus proyectos políticos con la misma firmeza, seguridad y pasividad con la que explica las consecuencias políticas que podría tener en sus aspiraciones presidenciales el incidente que, el 4 de mayo, en Neuquén, terminó con la vida del docente Carlos Fuentealba. Sonríe, afronta el diálogo de manera cordial y repite -orgulloso- que es un representante político de la centroderecha, pero que en nada coincide con las prácticas autoritarias y antifederales que -según afirma- caracterizan al presidente, Néstor Kirchner. Ayer, el candidato a Presidente por el Movimiento de Provincias Unidas visitó LA GACETA, donde fue recibido por el secretario general de redacción, Carlos Abrehu, junto con su compañero de fórmula, el escritor y dirigente peronista Jorge Asís. "Nos reímos mucho juntos", aclara Sobisch.
- ¿Cómo influye en el escenario electoral que la oposición llegue fragmentada?
- Hay dos teorías al respecto. Una, que nunca me sedujo, de que si íbamos todos juntos tendríamos una fuerza homogénea para enfrentar al oficialismo. Pero eso hubiese sido reeditar lo que pasó con la Alianza: se juntaron sólo para ganar la elección. Y la otra teoría es que varios partidos dispersos le van a restar votos al oficialismo. Eso está pasando ahora y nos permitirá llegar a segunda vuelta.
- ¿A qué se refiere cuando habla de cambio?
- A que la gran mayoría de las provincias presenta un gran déficit estructural y está entrando en un estado de insolvencia fiscal, con deudas grandes que no les permiten atender obligaciones mínimas. La señora de Kirchner apoyó las políticas de su marido desde el Senado; por qué cambiaría ahora. Ella profundizará la debilidad estructural de las provincias y de sus gobernadores.
- Se jacta de ser un hombre de centroderecha...
- Entiendo que los argentinos debemos recuperar una concepción cultural: la de cuidar las cosas. Claro que soy de centroderecha, porque quiero conservar las cosas, quiero conservar el orden.
- ¿Se puede avanzar hacia un nuevo modelo de coparticipación?
- Es cierto que los gobernadores no se van a poner de acuerdo. Pero hay tres grandes déficits que recaen sobre las espaldas de las provincias: seguridad, salud y educación. Por eso, la primera decisión debe ser agrandar la torta y distribuir esos nuevos recursos en función de la cantidad de habitantes y, en segundo lugar, sobre la base del índice de pobreza de cada provincia. Hay estados que están muy bien económicamente, pero con poblaciones pobres. Un caso puede ser el de Tucumán.
- ¿Kirchner fomentó el centralismo?
- Concentró el 70% de la recaudación del país, con el mismo modelo que aplicó en su provincia. Pero así no habrá forma de contener la pobreza. Va a hacer una cosa parecida a la Venezuela de Hugo Chávez.
- ¿Sirve a las provincias un encolumnamiento tan marcado con el kirchnerismo?
- Deberíamos tener una competencia en la que pongamos nuestra capacidad y nuestra fortaleza. Hoy, Tucumán casi es un apéndice del Gobierno nacional. Y eso no es bueno, es peligrosísimo en términos de desarrollo económico. Debe haber un proyecto de país que emerja de la propia Constitución, para que las leyes sean las herramientas que permitan a un gobernador no ser rehén de nadie.
- ¿Cómo observa la marcha de la campaña?
- Hay mucha inestabilidad y se va a profundizar la desconfianza de la sociedad hacia el Gobierno.
- ¿Cómo influye en el escenario electoral que la oposición llegue fragmentada?
- Hay dos teorías al respecto. Una, que nunca me sedujo, de que si íbamos todos juntos tendríamos una fuerza homogénea para enfrentar al oficialismo. Pero eso hubiese sido reeditar lo que pasó con la Alianza: se juntaron sólo para ganar la elección. Y la otra teoría es que varios partidos dispersos le van a restar votos al oficialismo. Eso está pasando ahora y nos permitirá llegar a segunda vuelta.
- ¿A qué se refiere cuando habla de cambio?
- A que la gran mayoría de las provincias presenta un gran déficit estructural y está entrando en un estado de insolvencia fiscal, con deudas grandes que no les permiten atender obligaciones mínimas. La señora de Kirchner apoyó las políticas de su marido desde el Senado; por qué cambiaría ahora. Ella profundizará la debilidad estructural de las provincias y de sus gobernadores.
- Se jacta de ser un hombre de centroderecha...
- Entiendo que los argentinos debemos recuperar una concepción cultural: la de cuidar las cosas. Claro que soy de centroderecha, porque quiero conservar las cosas, quiero conservar el orden.
- ¿Se puede avanzar hacia un nuevo modelo de coparticipación?
- Es cierto que los gobernadores no se van a poner de acuerdo. Pero hay tres grandes déficits que recaen sobre las espaldas de las provincias: seguridad, salud y educación. Por eso, la primera decisión debe ser agrandar la torta y distribuir esos nuevos recursos en función de la cantidad de habitantes y, en segundo lugar, sobre la base del índice de pobreza de cada provincia. Hay estados que están muy bien económicamente, pero con poblaciones pobres. Un caso puede ser el de Tucumán.
- ¿Kirchner fomentó el centralismo?
- Concentró el 70% de la recaudación del país, con el mismo modelo que aplicó en su provincia. Pero así no habrá forma de contener la pobreza. Va a hacer una cosa parecida a la Venezuela de Hugo Chávez.
- ¿Sirve a las provincias un encolumnamiento tan marcado con el kirchnerismo?
- Deberíamos tener una competencia en la que pongamos nuestra capacidad y nuestra fortaleza. Hoy, Tucumán casi es un apéndice del Gobierno nacional. Y eso no es bueno, es peligrosísimo en términos de desarrollo económico. Debe haber un proyecto de país que emerja de la propia Constitución, para que las leyes sean las herramientas que permitan a un gobernador no ser rehén de nadie.
- ¿Cómo observa la marcha de la campaña?
- Hay mucha inestabilidad y se va a profundizar la desconfianza de la sociedad hacia el Gobierno.
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