El 87% de los chicos sufre de parasitosis

El clima subtropical, la extrema pobreza y la desnutrición hacen de Tucumán "el paraíso de los parásitos". A esto se suma la proliferación de moscas y de basurales por todos lados.
"Las moscas transportan parásitos. Al asentarse en la materia fecal infectada llevan esos elementos en sus patas y en el aparato bucal y los depositan en otro lugar", explica el doctor Néstor Gutiérrez, jefe del servicio de Parasitología del hospital Avellaneda, y profesor de la cátedra de Parasitología en la UNT.El médico recordó que la parasitosis es endémica en esta región.
No se puede decir que constituyan epidemia porque los casos están dentro de la normalidad, aunque no son pocos. "El 87% de los chicos tiene parásitos intestinales, es decir, más de 300.000 niños", calcula.

Casos mortales
-"¿Pueden morir por parasitosis?", se le preguntó en relación con el caso de tres niños fallecidos presuntamente por esta causa. "Sí, los parásitos pueden matar en ciertas condiciones. Normalmente no son causa de muerte por sí mismos, pero si el paciente está desnutrido y tiene bajas las defensas se hace más vulnerable a las acciones dañinas del parásito y, en ese caso, puede ser mortal", afirma.
En Tucumán los parásitos intestinales más frecuentes son de cuatro tipos, del grupo de los ?geohelmintos? (provienen de tierra contaminada con materia fecal de una persona infectada).

Cuatro tipos de parásitos
Los ascaris: son largos como una lombriz (miden hasta 20 cm) y sustraen las proteínas; por lo tanto, si el niño está desnutrido agravan su situación.
Los tricocéfalos: son pequeños (miden 4 cm) y penetran en la mucosa del intestino grueso; pueden provocar cuadros de diarrea con sangre, produciendo anemias y, si no se los trata pueden producir un prolapso rectal. Además sustraen cinc, que es muy importante para el niño.
Los estrongyloides stercolaris: las hembras largan miles de gusanos y pueden ser muy peligrosos (hasta mortales) en casos de inmunodeprimidos. Hay que actuar con rapidez.
Los ancylostomas: pequeños gusanos que están en la tierra y se meten por la piel de los pies descalzos o los muslos cuando los niños se sientan en el suelo. Se alimentan de sangre, por eso producen grandes anemias. En todos los casos existen medicamentos eficaces.