10 Septiembre 2007
Los profesionales que trabajan en las redes del Observatorio Nacional de la Violencia ven con preocupación cómo se incrementa la agresividad entre los jóvenes. Y reconocen que en estos casos se pide poca ayuda.
La abogada Karina Lescano De Francesco, coordinadora del Centro de Atención y Orientación Familiar, que depende del Ministerio de Seguridad Ciudadana, señaló que en los últimos dos años se puso en el tapete la formación de pandillas o grupos que se manejan con códigos de hostigamiento, extorsiones, venganzas y agresiones graves.
“Los adolescentes ven el límite como algo negativo, a causa de la falta de una estructura disciplinaria dentro de la familia. Al adolescente no se le puede permitir todo porque se encuentra en una etapa de rebeldía”, expresó. La letrada consideró como un agravante otro fenómeno: “hoy tenemos una adultez en plena adolescencia. Los padres compiten con los hijos en la parte estética y en el rendimiento físico. Más que un modelo a seguir para los jóvenes, ven al padre como un par y, entonces, prefieren a sus amigos”.
Según Francesco, es muy difícil de comprender la muerte de un joven. “Existe el mito de que no hay razón para que se muera un joven, que está en la flor de la vida. Sin embargo, los intentos de suicidios hoy comienzan a los nueve años. Tenemos cada vez más casos de niños con depresión”, señaló.
Muchas de las muertes de adolescentes, según la abogada, son prevenibles. “Los jóvenes necesitan la mirada de los adultos. La respuesta que hoy demandan es el acompañamiento de sus padres, el respeto, el diálogo, que atiendan sus necesidades. Los chicos de hoy no quieren obedecer porque sí, quieren que les expliquen. Hay que tomarse el tiempo y hacerlo”, consideró, y agregó que la distancia generacional entre padres e hijos es cada vez más grande.
La abogada Karina Lescano De Francesco, coordinadora del Centro de Atención y Orientación Familiar, que depende del Ministerio de Seguridad Ciudadana, señaló que en los últimos dos años se puso en el tapete la formación de pandillas o grupos que se manejan con códigos de hostigamiento, extorsiones, venganzas y agresiones graves.
“Los adolescentes ven el límite como algo negativo, a causa de la falta de una estructura disciplinaria dentro de la familia. Al adolescente no se le puede permitir todo porque se encuentra en una etapa de rebeldía”, expresó. La letrada consideró como un agravante otro fenómeno: “hoy tenemos una adultez en plena adolescencia. Los padres compiten con los hijos en la parte estética y en el rendimiento físico. Más que un modelo a seguir para los jóvenes, ven al padre como un par y, entonces, prefieren a sus amigos”.
Según Francesco, es muy difícil de comprender la muerte de un joven. “Existe el mito de que no hay razón para que se muera un joven, que está en la flor de la vida. Sin embargo, los intentos de suicidios hoy comienzan a los nueve años. Tenemos cada vez más casos de niños con depresión”, señaló.
Muchas de las muertes de adolescentes, según la abogada, son prevenibles. “Los jóvenes necesitan la mirada de los adultos. La respuesta que hoy demandan es el acompañamiento de sus padres, el respeto, el diálogo, que atiendan sus necesidades. Los chicos de hoy no quieren obedecer porque sí, quieren que les expliquen. Hay que tomarse el tiempo y hacerlo”, consideró, y agregó que la distancia generacional entre padres e hijos es cada vez más grande.
Lo más popular