21 Agosto 2007
RIO GALLEGOS.- Cientos de santacruceños realizaron hoy un paro y marcharon en repudio al incidente que protagonizó el ex ministro Daniel Varizat, que atropelló con su camioneta a 17 manifestantes, mientras el obispo Juan Carlos Romanín pidió a las autoridades "que asuman la responsabilidad de gobernar".
Trabajadores docentes, estatales, judiciales y municipales cumplieron hoy una jornada de huelga provincial, que según fuentes sindicales contó con alto acatamiento, y luego marcharon por el centro de la ciudad, desde la Casa de Gobierno hasta la sede del Consejo Provincial de Educación.
Durante un acto en la esquina de las calles Roca y San Martín, a pocos metros de donde el viernes se produjeron los incidentes, el obispo realizó hoy un "llamado a las autoridades para que asuman la responsabilidad de gobernar en esta etapa de transición".
El diputado provincial Daniel Peralta asumió en mayo como gobernador tras la renuncia de Carlos Sancho, jaqueado por las múltiples protestas de docentes y trabajadores estatales.
"Hace cinco meses exactamente me dirigí por primera vez en esta tribuna por un reclamo justo, hoy nos convoca la indignación, impotencia y bronca", dijo el obispo al iniciar su discurso.
De ese modo, aludió a su primera participación al frente de las protestas de trabajadores santacruceños que durante la primera mitad del 2007 protagonizaron decenas de marchas en reclamo de aumentos salariales y mejores condiciones laborales.
Romanín reveló hoy que visitó a las cuatro personas que siguen internadas en el hospital regional de Río Gallegos y advirtió que "no puede haber ni un herido más entre nosotros".
"Desde hace unos meses nuestro pueblo pide el cuidado de las personas, la libertad de expresión, transparencia del manejo de los fondos públicos, la independencia de los tres poderes del estado", recordó el obispo.
Además, destacó que "ante los hechos del viernes", cuando Varizat atropelló a 17 personas, "la gente respondió con racionalidad ante la irracionalidad, con justicia ante la criminalidad".
"La vida de cada uno de nosotros, de nuestros hijos, amigos y compañeros esperemos que sea reconocida, respetada y querida", dijo el obispo y sostuvo que en Santa Cruz "no queremos violencia, le decimos no a las agresiones, si a la justicia y a la paz".
Luego, organizadores de la marcha leyeron un documento elaborado por la Multisectorial de gremios local que pide al gobierno provincial que "administre la crisis, haya respeto por la vida y de la independencia del Poder Judicial", entre otras cuestiones.
Además, la protesta de hoy contó con la adhesión de gremios docentes de diversos puntos del país, dirigentes de la CTA nacional y de la Cámara de Comercio local, por lo cual muchos comerciantes bajaron las persianas de sus locales ante el paso de la marcha.
Por su parte, los trabajadores del hospital regional de Río Gallegos anunciaron que extenderán hasta el viernes el paro iniciado hoy, mientras los docentes de ADOSAC descartaron esa posibilidad y cumplieron sólo 24 horas de huelga.
Silencio oficial
Por otra parte, el Gobierno Nacional mantuvo silencio frente a la tensión que subsiste en Santa Cruz y el presidente Néstor Kirchner trabajó en su despacho sin actividad oficial.
El mandatario llegó a la Casa Rosada poco antes de las 8 y mantuvo las habituales reuniones con sus principales colaboradores: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini.
Aunque no se informaron los temas que acapararon la atención de Kirchner, se descuenta que ocupó un lugar central la candente situación que se vive en su provincia natal.
El jefe de Estado y su esposa, la candidata presidencial Cristina Fernández de Kirchner, tienen previsto viajar esta tarde a Mar del Plata para participar del lanzamiento oficial de la fórmula Daniel Scioli-Alberto Balestrini, para la Gobernación bonaerense. Hasta ahora, el matrimonio presidencial y sus funcionarios mantuvieron silencio sobre el incidente protagonizado por Varizat. (DyN)
Trabajadores docentes, estatales, judiciales y municipales cumplieron hoy una jornada de huelga provincial, que según fuentes sindicales contó con alto acatamiento, y luego marcharon por el centro de la ciudad, desde la Casa de Gobierno hasta la sede del Consejo Provincial de Educación.
Durante un acto en la esquina de las calles Roca y San Martín, a pocos metros de donde el viernes se produjeron los incidentes, el obispo realizó hoy un "llamado a las autoridades para que asuman la responsabilidad de gobernar en esta etapa de transición".
El diputado provincial Daniel Peralta asumió en mayo como gobernador tras la renuncia de Carlos Sancho, jaqueado por las múltiples protestas de docentes y trabajadores estatales.
"Hace cinco meses exactamente me dirigí por primera vez en esta tribuna por un reclamo justo, hoy nos convoca la indignación, impotencia y bronca", dijo el obispo al iniciar su discurso.
De ese modo, aludió a su primera participación al frente de las protestas de trabajadores santacruceños que durante la primera mitad del 2007 protagonizaron decenas de marchas en reclamo de aumentos salariales y mejores condiciones laborales.
Romanín reveló hoy que visitó a las cuatro personas que siguen internadas en el hospital regional de Río Gallegos y advirtió que "no puede haber ni un herido más entre nosotros".
"Desde hace unos meses nuestro pueblo pide el cuidado de las personas, la libertad de expresión, transparencia del manejo de los fondos públicos, la independencia de los tres poderes del estado", recordó el obispo.
Además, destacó que "ante los hechos del viernes", cuando Varizat atropelló a 17 personas, "la gente respondió con racionalidad ante la irracionalidad, con justicia ante la criminalidad".
"La vida de cada uno de nosotros, de nuestros hijos, amigos y compañeros esperemos que sea reconocida, respetada y querida", dijo el obispo y sostuvo que en Santa Cruz "no queremos violencia, le decimos no a las agresiones, si a la justicia y a la paz".
Luego, organizadores de la marcha leyeron un documento elaborado por la Multisectorial de gremios local que pide al gobierno provincial que "administre la crisis, haya respeto por la vida y de la independencia del Poder Judicial", entre otras cuestiones.
Además, la protesta de hoy contó con la adhesión de gremios docentes de diversos puntos del país, dirigentes de la CTA nacional y de la Cámara de Comercio local, por lo cual muchos comerciantes bajaron las persianas de sus locales ante el paso de la marcha.
Por su parte, los trabajadores del hospital regional de Río Gallegos anunciaron que extenderán hasta el viernes el paro iniciado hoy, mientras los docentes de ADOSAC descartaron esa posibilidad y cumplieron sólo 24 horas de huelga.
Silencio oficial
Por otra parte, el Gobierno Nacional mantuvo silencio frente a la tensión que subsiste en Santa Cruz y el presidente Néstor Kirchner trabajó en su despacho sin actividad oficial.
El mandatario llegó a la Casa Rosada poco antes de las 8 y mantuvo las habituales reuniones con sus principales colaboradores: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini.
Aunque no se informaron los temas que acapararon la atención de Kirchner, se descuenta que ocupó un lugar central la candente situación que se vive en su provincia natal.
El jefe de Estado y su esposa, la candidata presidencial Cristina Fernández de Kirchner, tienen previsto viajar esta tarde a Mar del Plata para participar del lanzamiento oficial de la fórmula Daniel Scioli-Alberto Balestrini, para la Gobernación bonaerense. Hasta ahora, el matrimonio presidencial y sus funcionarios mantuvieron silencio sobre el incidente protagonizado por Varizat. (DyN)
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