26 Julio 2007
Un nuevo punto de partida
A más de cinco años de la desaparición de la joven no hay datos ciertos sobre su paradero. Por Gustavo Rodríguez, Redacción LA GACETA.
Por Gustavo Rodríguez, Redacción LA GACETA.
Han pasado cinco años y casi cuatro meses de la desaparición de Marita Verón, y todavía no hay ningún indicio cierto sobre su paradero. Por eso es lógico que haya generado todo un revuelo la presentación de un hombre que dice ser el que la entregó a un supuesto proxeneta.
Pero nadie debe confundirse. La confesión de Antonio Perea que grabó el comisario Jorge Tobar no tiene validez legal, porque el hombre no ratificó sus dichos ante la fiscal Adriana Reinoso Cuello.
De todas formas, sus palabras pueden ser un nuevo punto de partida para la investigación que, justamente por falta de pistas, está estancada desde hace mucho tiempo. En otras palabras: ingresó en una zona gris en la cual no es sencillo encontrar algún dato relevante. Y en este marco, la declaración de Perea no es un indicio más: por primera vez en todo este tiempo, un investigador consiguió una información clave para tratar de saber qué ocurrió con Marita. Tobar ahora deberá dirigir todo su empeño a encontrar pruebas que sirvan para determinar dónde está Verón. Caso contrario, la causa seguirá sumida en la oscuridad.
Han pasado cinco años y casi cuatro meses de la desaparición de Marita Verón, y todavía no hay ningún indicio cierto sobre su paradero. Por eso es lógico que haya generado todo un revuelo la presentación de un hombre que dice ser el que la entregó a un supuesto proxeneta.
Pero nadie debe confundirse. La confesión de Antonio Perea que grabó el comisario Jorge Tobar no tiene validez legal, porque el hombre no ratificó sus dichos ante la fiscal Adriana Reinoso Cuello.
De todas formas, sus palabras pueden ser un nuevo punto de partida para la investigación que, justamente por falta de pistas, está estancada desde hace mucho tiempo. En otras palabras: ingresó en una zona gris en la cual no es sencillo encontrar algún dato relevante. Y en este marco, la declaración de Perea no es un indicio más: por primera vez en todo este tiempo, un investigador consiguió una información clave para tratar de saber qué ocurrió con Marita. Tobar ahora deberá dirigir todo su empeño a encontrar pruebas que sirvan para determinar dónde está Verón. Caso contrario, la causa seguirá sumida en la oscuridad.
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