24 Julio 2007
SAN PABLO.- Un grupo internacional de controladores de tráfico aéreo dijo ayer que expertos extranjeros deberían intervenir para arreglar el caótico sistema de aviación comercial de Brasil, que el Gobierno ha luchado por remediar durante casi un año.
El pedido de intervención, que debería ser aprobado por el Gobierno, se produjo sólo días después de que cerca de 200 personas murieron en el peor accidente aéreo de la historia de Brasil y luego de que el apagón de un radar en Manaos forzó a decenas de vuelos a cambiar el curso.
“Las autoridades están intentando salvar las apariencias. Están poniendo en riesgo al público que viaja”, advirtió Marc Baumgartner, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Controladores del Tráfico Aéreo. “Necesitan una opinión independiente”, dijo. “Hemos trabajado en países que enfrentaron crisis de aviación”, añadió.
La federación criticó al gobierno por intentar encontrar chivos expiatorios para la crisis, en lugar de buscar alternativas para evitar un caos mayor.
Funcionarios brasileños respondieron con enojo al pedido de una intervención, describiéndolo como un intento por pisotear la soberanía de la Nación.
“Son un grupo de idiotas queriendo intervenir en nuestros asuntos”, dijo José Carlos Pereira, titular de la autoridad nacional de aeropuertos. “Brasil no necesita ayuda internacional. Deberían preocuparse por su espacio aéreo y nosotros nos preocuparemos por el nuestro”, señaló.
El transporte aéreo ha sido caótico desde septiembre, cuando un Boeing 737 enganchó las alas durante el vuelo con una avioneta y se estrelló en la jungla amazónica, provocando la muerte de las 154 personas a bordo.
Los controladores de tráfico aéreo, temiendo ser culpados por el accidente, realizan disminuciones del trabajo para protestar por lo que llaman malos equipos de radar y de radio. (Reuter)
El pedido de intervención, que debería ser aprobado por el Gobierno, se produjo sólo días después de que cerca de 200 personas murieron en el peor accidente aéreo de la historia de Brasil y luego de que el apagón de un radar en Manaos forzó a decenas de vuelos a cambiar el curso.
“Las autoridades están intentando salvar las apariencias. Están poniendo en riesgo al público que viaja”, advirtió Marc Baumgartner, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Controladores del Tráfico Aéreo. “Necesitan una opinión independiente”, dijo. “Hemos trabajado en países que enfrentaron crisis de aviación”, añadió.
La federación criticó al gobierno por intentar encontrar chivos expiatorios para la crisis, en lugar de buscar alternativas para evitar un caos mayor.
Funcionarios brasileños respondieron con enojo al pedido de una intervención, describiéndolo como un intento por pisotear la soberanía de la Nación.
“Son un grupo de idiotas queriendo intervenir en nuestros asuntos”, dijo José Carlos Pereira, titular de la autoridad nacional de aeropuertos. “Brasil no necesita ayuda internacional. Deberían preocuparse por su espacio aéreo y nosotros nos preocuparemos por el nuestro”, señaló.
El transporte aéreo ha sido caótico desde septiembre, cuando un Boeing 737 enganchó las alas durante el vuelo con una avioneta y se estrelló en la jungla amazónica, provocando la muerte de las 154 personas a bordo.
Los controladores de tráfico aéreo, temiendo ser culpados por el accidente, realizan disminuciones del trabajo para protestar por lo que llaman malos equipos de radar y de radio. (Reuter)
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