23 Julio 2007
El presunto líder de la banda que asesinó al ladrillero Nazario Vilca hace dos años, en San Pablo, llegó el sábado a la noche a Tucumán, luego de haber sido capturado por Policía de nuestra provincia en Mar del Plata.
Vilca fue baleado en su casa de Ohuanta por delincuentes que habían ingresado para apoderarse de los 6.500 dólares que el hombre tenía guardados. En el marco de la investigación, ya habían sido detenidos otros sospechosos, conocidos como "Toma todo" y "Picolé" (presunto autor del disparo) y "Piqui". La mayoría de los datos habían sido aportados por una mujer, esposa de uno de los ladrones, que, horrorizada por lo que había sucedido, decidió confesar. Ella relató que luego del crimen, los cinco hombres fueron a su casa, donde se repartieron el dinero, y quemaron toda la documentación que habían robado, entre ella, los papeles de un camión. La mujer también aseguró que durante esa reunión, le recriminaron duramente a "Picolé" haber matado a Vilca.
Sobre la base de los datos que obtuvo la Policía, se supo que el líder de la banda había escapado a Mar del Plata. Los investigadores, al mando del oficial Hugo Cabeza y de los comisarios Víctor Reynoso, Pedro Duque y Héctor Ponce, comenzaron a mandar faxes a la comisaría de esa ciudad balnearia, para que los policías informaran en caso de que el acusado fuera detenido, hasta que les comunicaron que había sido apresado. El sospechoso, conocido como "Cepillo", había asesinado a su concubina el 10 de noviembre pasado. La mujer recibió una puñalada en la calle.
El fiscal que investiga el caso, Alejandro Noguera, decidió enviar a los policías a Mar del Plata para buscar al sospechoso, con exhortos judiciales firmados por la jueza Mirta Lennis de Vera. Cabeza y Reynoso fueron los encargados de traerlo a Tucumán, y el martes "Cepillo" será presentado en Tribunales. "Cepillo" habría aceptado ser sometido a un juicio abreviado por el crimen de su concubina, que se realizaría a fines de setiembre.
En la causa aún queda un prófugo, identificado como "Maxi", cuyo paradero ya se conoce.
Vilca fue baleado en su casa de Ohuanta por delincuentes que habían ingresado para apoderarse de los 6.500 dólares que el hombre tenía guardados. En el marco de la investigación, ya habían sido detenidos otros sospechosos, conocidos como "Toma todo" y "Picolé" (presunto autor del disparo) y "Piqui". La mayoría de los datos habían sido aportados por una mujer, esposa de uno de los ladrones, que, horrorizada por lo que había sucedido, decidió confesar. Ella relató que luego del crimen, los cinco hombres fueron a su casa, donde se repartieron el dinero, y quemaron toda la documentación que habían robado, entre ella, los papeles de un camión. La mujer también aseguró que durante esa reunión, le recriminaron duramente a "Picolé" haber matado a Vilca.
Sobre la base de los datos que obtuvo la Policía, se supo que el líder de la banda había escapado a Mar del Plata. Los investigadores, al mando del oficial Hugo Cabeza y de los comisarios Víctor Reynoso, Pedro Duque y Héctor Ponce, comenzaron a mandar faxes a la comisaría de esa ciudad balnearia, para que los policías informaran en caso de que el acusado fuera detenido, hasta que les comunicaron que había sido apresado. El sospechoso, conocido como "Cepillo", había asesinado a su concubina el 10 de noviembre pasado. La mujer recibió una puñalada en la calle.
El fiscal que investiga el caso, Alejandro Noguera, decidió enviar a los policías a Mar del Plata para buscar al sospechoso, con exhortos judiciales firmados por la jueza Mirta Lennis de Vera. Cabeza y Reynoso fueron los encargados de traerlo a Tucumán, y el martes "Cepillo" será presentado en Tribunales. "Cepillo" habría aceptado ser sometido a un juicio abreviado por el crimen de su concubina, que se realizaría a fines de setiembre.
En la causa aún queda un prófugo, identificado como "Maxi", cuyo paradero ya se conoce.
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