17 Julio 2007
BUENOS AIRES.- La investigación judicial en curso podría probar que el famoso fajo de $ 100.000, termosellado y con la referencia del Banco Central, llegó al baño de la ministra por una ruta ilegal, señala el semanario “Perfil”.
Las confesiones de los testigos ante el fiscal Guillermo Marijuán, y antes frente a su par Manuel Garrido, transformaron las coartadas de Felisa Miceli en una endeble casa de naipes: ninguna de las agendas secuestradas en el allanamiento a su despacho mencionan visitas inmobiliarias. El jefe de la custodia -que fue despedido y reincorporado dos días después, a comienzos de semana- reconoció que le ordenaron volver sobre sus pasos y dejar el acta en Economía. Miceli negó la existencia de cajas fuertes pero guarda en una de ellas su pasaporte. Además, no hay vínculo alguno entre su hermano Horacio y el dinero aparecido. Después, hace su entrada en esta causa otro miembro de los Miceli: Adriana, hermana de la ministra.
El acta supuestamente verdadera que da cuenta del hallazgo de la bolsa tiene un solo error entre sus 291 palabras. Y el error -agrega “Perfil”- está al lado de la pista más importante, la que permitió revelar la ruta del dinero. Una bolsa de papel madera color marrón, que en su interior contiene un fajo cerrado y sellado indicando lote 38057 Bco 30, con la suma de “millar de $ 100”. El lote 38057 salió del Banco Central el 21 de mayo de 2007 con destino a la financiera Caja de Crédito Cuenca. En el mismo envío iban otros cuatro lotes por $ 100.000 cada uno.
El dinero -continúa el semanario- fue transportado por Juncadella, y está probado que llegó a destino. Miguel Rutenberg y Rosario Abatte, presidente y gerente administrativa de la financiera Cuenca, reconocieron bajo juramento haber recibido ese lote, pero explicaron que del 21 de mayo al 4 de junio no salió de Cuenca ningún monto igual o mayor a $ 100.000.
Para decirlo de otro modo: nadie retiró aquel paquete termosellado de la bolsa. Cuenca tiene una mesa de dinero por fuera del circuito financiero. El Banco Central denunció a Cuenca por este delito, y la causa se tramita ante un juzgado de San Martín. Abatte aseguró que en sus registros no figuran como clientes ni Felisa Miceli, ni el “Pacha” Velazco -esposo de la ministra-, ni Horacio Miceli, ni su esposa. Ninguna de las empresas de Horacio Miceli figura vinculada a Cuenca. Sin embargo, la ministra aseguró que el dinero le fue entregado en mano por Horacio, y por eso lo había llevado al baño del ministerio, para “bancarizarlo”.
El lote 38057 -finaliza la nota-, termosellado y sin abrir, fue subido a un camión de Juncadella, llegó a las oficinas que Cuenca tiene en Calle 99, número 456, de Villa Lynch, partido de San Martín, y 15 días después llegó al ahora famoso baño. Es claro que el dinero pertenece a una operación fuera del circuito legal y que la funcionaria lo guardaba en su despacho en la cartera de Economía. (Especial)
Las confesiones de los testigos ante el fiscal Guillermo Marijuán, y antes frente a su par Manuel Garrido, transformaron las coartadas de Felisa Miceli en una endeble casa de naipes: ninguna de las agendas secuestradas en el allanamiento a su despacho mencionan visitas inmobiliarias. El jefe de la custodia -que fue despedido y reincorporado dos días después, a comienzos de semana- reconoció que le ordenaron volver sobre sus pasos y dejar el acta en Economía. Miceli negó la existencia de cajas fuertes pero guarda en una de ellas su pasaporte. Además, no hay vínculo alguno entre su hermano Horacio y el dinero aparecido. Después, hace su entrada en esta causa otro miembro de los Miceli: Adriana, hermana de la ministra.
El acta supuestamente verdadera que da cuenta del hallazgo de la bolsa tiene un solo error entre sus 291 palabras. Y el error -agrega “Perfil”- está al lado de la pista más importante, la que permitió revelar la ruta del dinero. Una bolsa de papel madera color marrón, que en su interior contiene un fajo cerrado y sellado indicando lote 38057 Bco 30, con la suma de “millar de $ 100”. El lote 38057 salió del Banco Central el 21 de mayo de 2007 con destino a la financiera Caja de Crédito Cuenca. En el mismo envío iban otros cuatro lotes por $ 100.000 cada uno.
El dinero -continúa el semanario- fue transportado por Juncadella, y está probado que llegó a destino. Miguel Rutenberg y Rosario Abatte, presidente y gerente administrativa de la financiera Cuenca, reconocieron bajo juramento haber recibido ese lote, pero explicaron que del 21 de mayo al 4 de junio no salió de Cuenca ningún monto igual o mayor a $ 100.000.
Para decirlo de otro modo: nadie retiró aquel paquete termosellado de la bolsa. Cuenca tiene una mesa de dinero por fuera del circuito financiero. El Banco Central denunció a Cuenca por este delito, y la causa se tramita ante un juzgado de San Martín. Abatte aseguró que en sus registros no figuran como clientes ni Felisa Miceli, ni el “Pacha” Velazco -esposo de la ministra-, ni Horacio Miceli, ni su esposa. Ninguna de las empresas de Horacio Miceli figura vinculada a Cuenca. Sin embargo, la ministra aseguró que el dinero le fue entregado en mano por Horacio, y por eso lo había llevado al baño del ministerio, para “bancarizarlo”.
El lote 38057 -finaliza la nota-, termosellado y sin abrir, fue subido a un camión de Juncadella, llegó a las oficinas que Cuenca tiene en Calle 99, número 456, de Villa Lynch, partido de San Martín, y 15 días después llegó al ahora famoso baño. Es claro que el dinero pertenece a una operación fuera del circuito legal y que la funcionaria lo guardaba en su despacho en la cartera de Economía. (Especial)