09 Julio 2007
EN FALTA. En 2005 Kirchner y su mujer escucharon por última vez una homilía en Tucumán. REUTERS
Por segundo año consecutivo, el presidente, Néstor Kirchner, y la primera dama, Cristina Fernández, no asistieron al tradicional Solemne Tedéum en la Catedral, en conmemoración del 191 aniversario de la Independencia.
Del oficio religioso, que comenzó a las 9, sólo participaron el gobernador José Alperovich y las autoridades provinciales de los tres poderes del Estado, tal como acontenció en 2006.
Antes de cortar la tradición, Kirchner escuchó tres homilías de Villalba - en 2003, en 2004 y en 2005. En el primer caso, el pastor señaló que parecía que el Estado no apostaba por la educación. En el segundo, lamentó que el NOA fuera la región más pobre comparada con las otras del país, razón por la que hizo un fuerte llamamiento en pos de la igualdad.
El último año fue lapidario: "como Cristo, hoy, al mirar a la Argentina, sentimos congoja. Como él también querríamos congregar a los excluidos de la sociedad por la pobreza, debida fundamentalmente a la desocupación". Pese al directo mensaje, los ministros que acompañaban al jefe de Estado dijeron en la oportunidad que no se sentían aludidos.
El año pasado, un par de días antes de que trascendiera que Kirchner no iba a asistir a la Catedral, desde la Iglesia cuestionaron sutilmente la ausencia del primer mandatario.
"¿Por qué el presidente de un país todavía constitucionalmente católico no participará del oficio religioso para agradecer a Dios con su pueblo por lo que la Argentina es y quiere seguir siendo como nación?", preguntó en ese entonces Liborio Randisi, sacerdote de la parroquia de la Victoria y del Santuario de Nuestra Señora de la Merced. LA GACETA (C)
Del oficio religioso, que comenzó a las 9, sólo participaron el gobernador José Alperovich y las autoridades provinciales de los tres poderes del Estado, tal como acontenció en 2006.
Antes de cortar la tradición, Kirchner escuchó tres homilías de Villalba - en 2003, en 2004 y en 2005. En el primer caso, el pastor señaló que parecía que el Estado no apostaba por la educación. En el segundo, lamentó que el NOA fuera la región más pobre comparada con las otras del país, razón por la que hizo un fuerte llamamiento en pos de la igualdad.
El último año fue lapidario: "como Cristo, hoy, al mirar a la Argentina, sentimos congoja. Como él también querríamos congregar a los excluidos de la sociedad por la pobreza, debida fundamentalmente a la desocupación". Pese al directo mensaje, los ministros que acompañaban al jefe de Estado dijeron en la oportunidad que no se sentían aludidos.
El año pasado, un par de días antes de que trascendiera que Kirchner no iba a asistir a la Catedral, desde la Iglesia cuestionaron sutilmente la ausencia del primer mandatario.
"¿Por qué el presidente de un país todavía constitucionalmente católico no participará del oficio religioso para agradecer a Dios con su pueblo por lo que la Argentina es y quiere seguir siendo como nación?", preguntó en ese entonces Liborio Randisi, sacerdote de la parroquia de la Victoria y del Santuario de Nuestra Señora de la Merced. LA GACETA (C)
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