09 Julio 2007
Con la declaración de la independencia, el 9 de Julio de 1816, culmina un proceso que había empezado a manifestarse en la Revolución de Mayo de 1810. Lo sucedido transformó, definitivamente, lo que era una colonia en una nación libre y soberana, es decir, constituye un acto fundamental que es celebrado entre todos los argentinos.
Desde entonces, especialmente en nuestra provincia, los 9 de julio se realizan actos de homenaje a los hombres que impulsaron aquella declaración, así como la celebración de un Tedéum en acción de gracias en la Iglesia Catedral.
Esto se realiza especialmente en nuestra provincia, a la que se ha denominado "cuna de la Independencia", lo que es motivo de orgullo. Los actos cobraron relevancia, razón por la que luego empezaron a asistir los Presidentes.
La visita a la Casa Histórica y el Tedéum constituyeron siempre los actos conmemorativos centrales, tradición que se observó en forma permanente hasta 2006, cuando el Presidente resolvió no asistir al Tedéum, y sí a un breve acto en la Casa Histórica. Un año antes ya había participado de una concentración en una cancha de fútbol, donde el oficialismo contó con tribunas repletas para aplaudir discursos de carácter político, bastardeando así los actos conmemorativos.
La explicación de la actitud presidencial de no asistir al Tedéum, reside posiblemente en que en 2005 se vio obligado a escuchar una homilía del arzobispo (Luis Villalba), en la que se mencionaban deberes no cumplidos por las autoridades. Las homilías implican una apelación a la conciencia moral de los gobernantes, pero Néstor Kirchner -pareciera- no se siente inclinado a consultar la propia. No en balde Séneca dijo: "la conciencia equivale a mil testigos".
Cambio de lugar
También puede explicarse la renuencia a que los actos se celebren donde corresponde: la plaza que le está dedicada a la independencia.
Este año y manteniendo la ruptura de la tradición, el acto se celebrará en el Hipódromo, donde presumiblemente se lanzará la candidatura de la primera dama, ya que Kirchner resolvió cambiar la presidencia por el cargo de príncipe consorte y tal hecho será difundido sin que los desprevenidos puedan discernir si la celebración es para conmemorar la independencia o la postulación.
Tal vez, el abandono del lugar donde por destino y tradición correspondía, se deba a que, como se recordará, hace tres años el Presidente y el gobernador tuvieron que buscar refugio apresuradamente en la Casa de Gobierno para poder escapar a la violencia desatada en la Plaza Independencia durante los actos por el 9 de Julio.
El bastardeo a nuestras instituciones no tiene límites cuando el Congreso confiere facultades extraordinarias al Presidente, cuando se privatiza el manejo de los recursos públicos mediante fideicomisos que terminan en escándalos, y se anula la función de la Justicia.
Desde entonces, especialmente en nuestra provincia, los 9 de julio se realizan actos de homenaje a los hombres que impulsaron aquella declaración, así como la celebración de un Tedéum en acción de gracias en la Iglesia Catedral.
Esto se realiza especialmente en nuestra provincia, a la que se ha denominado "cuna de la Independencia", lo que es motivo de orgullo. Los actos cobraron relevancia, razón por la que luego empezaron a asistir los Presidentes.
La visita a la Casa Histórica y el Tedéum constituyeron siempre los actos conmemorativos centrales, tradición que se observó en forma permanente hasta 2006, cuando el Presidente resolvió no asistir al Tedéum, y sí a un breve acto en la Casa Histórica. Un año antes ya había participado de una concentración en una cancha de fútbol, donde el oficialismo contó con tribunas repletas para aplaudir discursos de carácter político, bastardeando así los actos conmemorativos.
La explicación de la actitud presidencial de no asistir al Tedéum, reside posiblemente en que en 2005 se vio obligado a escuchar una homilía del arzobispo (Luis Villalba), en la que se mencionaban deberes no cumplidos por las autoridades. Las homilías implican una apelación a la conciencia moral de los gobernantes, pero Néstor Kirchner -pareciera- no se siente inclinado a consultar la propia. No en balde Séneca dijo: "la conciencia equivale a mil testigos".
Cambio de lugar
También puede explicarse la renuencia a que los actos se celebren donde corresponde: la plaza que le está dedicada a la independencia.
Este año y manteniendo la ruptura de la tradición, el acto se celebrará en el Hipódromo, donde presumiblemente se lanzará la candidatura de la primera dama, ya que Kirchner resolvió cambiar la presidencia por el cargo de príncipe consorte y tal hecho será difundido sin que los desprevenidos puedan discernir si la celebración es para conmemorar la independencia o la postulación.
Tal vez, el abandono del lugar donde por destino y tradición correspondía, se deba a que, como se recordará, hace tres años el Presidente y el gobernador tuvieron que buscar refugio apresuradamente en la Casa de Gobierno para poder escapar a la violencia desatada en la Plaza Independencia durante los actos por el 9 de Julio.
El bastardeo a nuestras instituciones no tiene límites cuando el Congreso confiere facultades extraordinarias al Presidente, cuando se privatiza el manejo de los recursos públicos mediante fideicomisos que terminan en escándalos, y se anula la función de la Justicia.
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