07 Julio 2007
Los molinos harineros están produciendo en torno de un tercio menos, debido a la restricción al consumo de energía eléctrica de ocho horas (de 16 a 24) que rige para todos los grandes consumidores del país.
"Nosotros molemos habitualmente entre 7.000 y 8.000 toneladas por mes. Pero actualmente, por la restricción energética, no sé si se llega a moler 3.500. Es decir, menos de la mitad", afirmó Martín Luque, administrador del Molino Harinero Emilio Luque, el único en Tucumán (ubicado en Banda del Río Salí).
"Tenemos una cantidad enorme de trigo en Tucumán, el molino y la gente, pero no tenemos energía. Nuestra compañía debe poder mantener el equilibrio entre los costos y los ingresos, y para mantener ese punto de equilibrio, en esta situación, no hay otra forma de hacerlo que con el precio", aseveró el empresario.
Explicó que antes de producir harina se debe mantener humectado el trigo entre 24 y 48 horas. "Después de ese lapso, comienza a fermentar y ya no sirve. Pero, si no hay energía, tampoco sirve, porque no se lo puede moler. Es decir, estamos trabajando con cálculos muy finitos por la crisis energética", dijo. Comentó que durante el horario de restricción eléctrica el personal del molino realiza tareas de mantenimiento general, que habitualmente se realizan 20 días antes de la trilla de trigo, en octubre. "Cuando no tenga qué mantenimiento hacer, tendré que empezar a darles vacaciones a la gente, que normalmente son en enero. Si no, los costos son mucho más elevados", aseveró, y advirtió que si la crisis se extiende en el tiempo, podría llegar a faltar pan. "A los molinos no se los toma como usuarios preferenciales. Pero cuando comience a faltar pan y harina, deberían reverlo", manifestó.
"Nosotros molemos habitualmente entre 7.000 y 8.000 toneladas por mes. Pero actualmente, por la restricción energética, no sé si se llega a moler 3.500. Es decir, menos de la mitad", afirmó Martín Luque, administrador del Molino Harinero Emilio Luque, el único en Tucumán (ubicado en Banda del Río Salí).
"Tenemos una cantidad enorme de trigo en Tucumán, el molino y la gente, pero no tenemos energía. Nuestra compañía debe poder mantener el equilibrio entre los costos y los ingresos, y para mantener ese punto de equilibrio, en esta situación, no hay otra forma de hacerlo que con el precio", aseveró el empresario.
Explicó que antes de producir harina se debe mantener humectado el trigo entre 24 y 48 horas. "Después de ese lapso, comienza a fermentar y ya no sirve. Pero, si no hay energía, tampoco sirve, porque no se lo puede moler. Es decir, estamos trabajando con cálculos muy finitos por la crisis energética", dijo. Comentó que durante el horario de restricción eléctrica el personal del molino realiza tareas de mantenimiento general, que habitualmente se realizan 20 días antes de la trilla de trigo, en octubre. "Cuando no tenga qué mantenimiento hacer, tendré que empezar a darles vacaciones a la gente, que normalmente son en enero. Si no, los costos son mucho más elevados", aseveró, y advirtió que si la crisis se extiende en el tiempo, podría llegar a faltar pan. "A los molinos no se los toma como usuarios preferenciales. Pero cuando comience a faltar pan y harina, deberían reverlo", manifestó.
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