01 Julio 2007
Al parecer, el escrito de la señora Perilli objeta mis reflexiones sobre el arte aparecidas en este mismo suplemento (¿Qué diablos es el arte?, 17-06-07) Quien lea ambos textos podrá ver que el de la señora Perilli es un excelente ejemplo de lo que suelen hacer -como sostengo en mi artículo- los profesores de literatura: aburrir. Se trata, en ese estilo de docencia, de citar autores, citar infatigablemente, como si de esas citas pudiese surgir alguna luz que alumbre algo del asunto en juego. Pero es espera inútil. Y cuando arriesga alguna idea propia, por ejemplo culpabilizarme porque "postulo un determinismo", lo más que puedo hacer es sugerirle que se informe en un diccionario sobre el significado de "determinismo". Mi escrito a propósito del arte, si se lee bien, es una defensa del indeterminismo. Pero saber leer, escribir y pensar son las grandes ausencias de nuestra enseñanza, desde la primaria a la universitaria. Y, por lo mismo, no creo que mi sugerencia tenga frutos. (c) LA GACETA
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