29 Junio 2007
En las últimas semanas recrudecieron en Tucumán los llamados secuestros virtuales: presos que llaman a casas y afirman que uno de los miembros de la familia ha sido raptado por delincuentes, y que a cambio de su liberación piden créditos de tarjetas telefónicas.
Los delincuentes, desde dentro de las cárceles, aprovechan el shock que causa la noticia. Pero siempre son engaños.
Los policías consultados indicaron que muchas de las víctimas de estas estafas no realizan la denuncia, aunque en algunos casos llegan a pagar hasta $ 1.000 en tarjetas de teléfonos. Los pulsos son considerados dinero en efectivo por los reclusos. Ante un llamado como este, se aconseja tratar por todos los medios de contactarse con "el secuestrado" y no adquirir las tarjetas solicitadas.
Los delincuentes, desde dentro de las cárceles, aprovechan el shock que causa la noticia. Pero siempre son engaños.
Los policías consultados indicaron que muchas de las víctimas de estas estafas no realizan la denuncia, aunque en algunos casos llegan a pagar hasta $ 1.000 en tarjetas de teléfonos. Los pulsos son considerados dinero en efectivo por los reclusos. Ante un llamado como este, se aconseja tratar por todos los medios de contactarse con "el secuestrado" y no adquirir las tarjetas solicitadas.
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