22 Junio 2007
Luis Eduardo “Lucho” Falú tenía 25 años el 14 de setiembre de 1976 cuando, pasado el mediodía, fue secuestrado por un comando militar a 20 metros de su casa (La Madrid al 600). Estudiaba Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, y regresaba de trabajar (era empleado de Gas del Estado).
El hecho afectó notablemente a la familia Falú, que ya había sufrido un drama. Tras el golpe de Estado, Alfredo Anuar Falú (el padre de “Lucho”), fue cesanteado de sus cargos de presidente de la Cámara de Apelaciones del Trabajo y de titular de la cátedra de Derecho del Trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT. Como consecuencia, en Brasil tuvieron que exiliarse sus hijos Ana María, Juan (el destacado músico) y Liliana, hermanos del ex diputado nacional José Ricardo Falú.
Los testimonios recabados por el juez federal subrogante Daniel Bejas coinciden en señalar que el estudiante fue torturado en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga, centro clandestino en el que fue alojado. Antes de la finalización de 1976, según Bejas, Falú fue ultimado personalmente por Antonio Domingo Bussi.
Bejas se basó en el testimonio de testigos que declararon ante el juez español Baltasar Garzón (foto), según los cuales Falú estaba de cuclillas, con la cabeza hacia abajo, cuando Bussi le disparó en la nuca.
El hecho afectó notablemente a la familia Falú, que ya había sufrido un drama. Tras el golpe de Estado, Alfredo Anuar Falú (el padre de “Lucho”), fue cesanteado de sus cargos de presidente de la Cámara de Apelaciones del Trabajo y de titular de la cátedra de Derecho del Trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT. Como consecuencia, en Brasil tuvieron que exiliarse sus hijos Ana María, Juan (el destacado músico) y Liliana, hermanos del ex diputado nacional José Ricardo Falú.
Los testimonios recabados por el juez federal subrogante Daniel Bejas coinciden en señalar que el estudiante fue torturado en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga, centro clandestino en el que fue alojado. Antes de la finalización de 1976, según Bejas, Falú fue ultimado personalmente por Antonio Domingo Bussi.
Bejas se basó en el testimonio de testigos que declararon ante el juez español Baltasar Garzón (foto), según los cuales Falú estaba de cuclillas, con la cabeza hacia abajo, cuando Bussi le disparó en la nuca.