"Hago teatro para pagar mis deudas del cine", dijo Laplace

"Hago teatro para pagar mis deudas del cine", dijo Laplace

En una charla distendida, el actor, director y conductor habló con LA GACETA sobre sus proyectos, que son muchos y variados. En Tucumán, presentó un documental sobre el padre Enrique Angelelli.

SIN PAUSA. Después de visitar Tucumán, Laplace va a trabajar duro en la organización del festival de cine de Tandil. LA GACETA / JOSE NUNO SIN PAUSA. Después de visitar Tucumán, Laplace va a trabajar duro en la organización del festival de cine de Tandil. LA GACETA / JOSE NUNO
16 Junio 2007
Víctor Laplace es una máquina de generar proyectos. Y de realizarlos, aún cuando le falte dinero. "Ultimamente hago teatro para pagar mis deudas del cine", le cuenta a LA GACETA, sentado a una mesa de café, distendido y de muy buen humor.
Llegó a Tucumán para presentar en el 2º Festival de Cine Argentino el documental que dirigió, "Angelelli, la palabra viva", y para presenciar la proyección del filme de Paraguay "Detrás del sol", que coprotagoniza con Lito Cruz.
Esos son dos de sus proyectos más recientes, pero ya tiene terminados los documentales "Hijos de nadie" y "La otra Argentina". Además, tiene en carpeta, casi listos para empezar, dos largometrajes y otros tres documentales, mientras conduce "Afectos especiales" (viernes a las 22, por Canal 7), y prepara una obra de teatro.
Otra de sus actividades, que esta semana se intensificará, está en el Festival de Cine de Tandil, que va por su séptima edición y lo tiene a él como uno de sus principales impulsores.
"Hago proyectos que me conmuevan, busco una unidad temática", explicó.
"Angelelli, la palabra viva", es un trabajo de investigación y reivindicación que hizo sobre el obispo de La Rioja Enrique Angelelli, asesinado en 1976. "Es importante hacerles un homenaje a los que nos hicieron ser buenas personas, a los que se bajaron del púlpito para estar con la gente; eso es lo valioso de él, y el trabajo realizado me dejó muy contento porque una de mis principales preocupaciones es recuperar la memoria, y creo que lo hice", aseguró.
Además, recreó el atentado contra Angelelli, que fue disfrazado de accidente automovilístico.
Y en la misma línea, afirmó que su mirada, como cineasta, está puesta en los últimos 30 o 40 años de historia argentina, aunque no pretende adoctrinar. Por eso, aclaró: "los grandes autores de la literatura no remarcan, dejan que el lector piense, porque nadie puede contar ?la historia?; como cineasta pretendo hacer lo mismo".
Eso explica que "Hijos de nadie" sea un documental sobre la Guerra de Malvinas, pero desde una óptica muy particular con el acento puesto en el análisis político. Trata sobre una banda de rock que va a las islas sin saber nada, y que se va radicalizando en su posición a medida que sus integrantes toman conciencia sobre lo que ocurre.
El documental "La otra Argentina", en tanto, trata sobre la crisis social, económica y política que tuvo su auge en 2001. "Todo empezó en Mar del Plata, cuando estábamos haciendo la obra ?Made in Lanús? con Soledad Silveyra; al principio no iba nadie, pero cuando la crisis se fue agudizando la sala se llenó", contó.
Desde su análisis, la puesta sirvió como elemento de catarsis colectiva, porque trata sobre los exilios, y en esos años había colas en las embajadas de argentinos que querían irse. Entonces, él tomó su cámara y empezó a filmar las reacciones de la gente en una gira con la obra de 57.000 kilómetros por el país, con entrevistas y comentarios de sus compañeros de elenco. Luego, hizo algo similar en Francia y España, con argentinos radicados allí. "Pude captar la otra argentina, la que es solidaria, la que vive sin la locura de Buenos Aires", afirmó.

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