13 Junio 2007
CON LOS AMIGOS. Desde la izquierda, alférez Vázquez (fallecido en combate), alférez Dellepiane (hoy comodoro), vicecomodoro Douburg, teniente Arraráz (fallecido en combate) y el capitán Zelaya.
En la guerra de Malvinas, fueron derribados 10 A4B Skyhawk y ocho pilotos murieron en combate.
Tristeza, miedo y angustia se mezclaban en un coctel de sentimientos cuando no regresaban los pilotos de las misiones. Cervera recalcó que uno de los peores momentos de la guerra fue cuando se enteraba que un compañero fue derribado."Te pone muy mal, nervioso y te angustia saber que derribaron a uno de tu grupo. Y sí al otro día tenías que salir, esa noche no dormís", señaló mientras pita profundamente un cigarrillo.
"Los compañeros que murieron en combate me siguen provocando muchas lágrimas", expresó "El Tucu". Agregó que aún sufre cuando se encuentra con las viudas y los hijos de los pilotos caídos. Destacó que se siente orgulloso de haber cumplido con su deber en Malvinas. "Hice lo que hice por algo muy profundo que siento: el amor a la Patria y eso poca gente lo entiende", remarcó.
"Lo único que te apuntala para seguir adelante es la familia, sólo ellos te entienden y acompañan cuando te bajoneás", concluyó.El capitán (r) Zelaya aún recuerda, como hace 25 años, a los mecánicos llorando en la pista porque del grupo de ocho pilotos que salió dos horas atrás, sólo regresaron cuatro.
"El Trucha" Varela nació un martes 13, pero consideró que es un hombre de buena suerte, porque superó siete misiones, como jefe de escuadrilla. "Nunca me derribaron un piloto", afirmó con orgullo en la entrevista.
La rendición
El 14 de junio llegó la noticia de la rendición. Zelaya contó que le quedó la sensación que hicieron "mucho por nada". Mientras que Cervera dijo que le dolió en el alma, porque quería seguir defendiendo a la gente que estaba en la isla. "Uno superaba el miedo pensando en los soldados que los estaban haciendo pelotas".
"El Tony" recordó que la tensión no se disipó porque tuvo que regresar varias veces a San Julián debido a que quedaron en estado de alerta. "No hubo tiempo para empezar a ver todo lo que pasó, para recomponer, para llorar, porque tuvimos que seguir con la actividad normal", sostuvo el tucumano.
A 25 años de la guerra que lo marcó en su carrera profesional, Zelaya busca reinvindicar a los veteranos. Él asegura que se debe separar la política del combate en sí: "soy un luchador que quiero reinvindicar como veterano y ex combatiente lo que fue la guerra para nosotros", aseguró el comodoro (r).
Sostuvo que el trabajo realizado por los pilotos y el personal de la Fuerza Aérea Argentina demuestra que no todo fue miseria y cobardía en la guerra de Malvinas, como hoy, opinó, se reflejan en películas argentinas. Dijo que se siente tranquilo por el profesionalismo exhibido en el conflicto bélico por el reconocimiento expreso de los militares ingleses.
Tristeza, miedo y angustia se mezclaban en un coctel de sentimientos cuando no regresaban los pilotos de las misiones. Cervera recalcó que uno de los peores momentos de la guerra fue cuando se enteraba que un compañero fue derribado."Te pone muy mal, nervioso y te angustia saber que derribaron a uno de tu grupo. Y sí al otro día tenías que salir, esa noche no dormís", señaló mientras pita profundamente un cigarrillo.
"Los compañeros que murieron en combate me siguen provocando muchas lágrimas", expresó "El Tucu". Agregó que aún sufre cuando se encuentra con las viudas y los hijos de los pilotos caídos. Destacó que se siente orgulloso de haber cumplido con su deber en Malvinas. "Hice lo que hice por algo muy profundo que siento: el amor a la Patria y eso poca gente lo entiende", remarcó.
"Lo único que te apuntala para seguir adelante es la familia, sólo ellos te entienden y acompañan cuando te bajoneás", concluyó.El capitán (r) Zelaya aún recuerda, como hace 25 años, a los mecánicos llorando en la pista porque del grupo de ocho pilotos que salió dos horas atrás, sólo regresaron cuatro.
"El Trucha" Varela nació un martes 13, pero consideró que es un hombre de buena suerte, porque superó siete misiones, como jefe de escuadrilla. "Nunca me derribaron un piloto", afirmó con orgullo en la entrevista.
La rendición
El 14 de junio llegó la noticia de la rendición. Zelaya contó que le quedó la sensación que hicieron "mucho por nada". Mientras que Cervera dijo que le dolió en el alma, porque quería seguir defendiendo a la gente que estaba en la isla. "Uno superaba el miedo pensando en los soldados que los estaban haciendo pelotas".
"El Tony" recordó que la tensión no se disipó porque tuvo que regresar varias veces a San Julián debido a que quedaron en estado de alerta. "No hubo tiempo para empezar a ver todo lo que pasó, para recomponer, para llorar, porque tuvimos que seguir con la actividad normal", sostuvo el tucumano.
A 25 años de la guerra que lo marcó en su carrera profesional, Zelaya busca reinvindicar a los veteranos. Él asegura que se debe separar la política del combate en sí: "soy un luchador que quiero reinvindicar como veterano y ex combatiente lo que fue la guerra para nosotros", aseguró el comodoro (r).
Sostuvo que el trabajo realizado por los pilotos y el personal de la Fuerza Aérea Argentina demuestra que no todo fue miseria y cobardía en la guerra de Malvinas, como hoy, opinó, se reflejan en películas argentinas. Dijo que se siente tranquilo por el profesionalismo exhibido en el conflicto bélico por el reconocimiento expreso de los militares ingleses.
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