Fassbinder dejó su marca en la historia del cine

Fassbinder dejó su marca en la historia del cine

Poco antes de su muerte, ocurrida hace exactamente 25 años, el realizador declaró que su sueño era rodar con James Dean, Marilyn Monroe o Marlene Dietrich tal como eran 30 años antes.

INSPIRADORA. Hanna Schygulla -que estuvo este año en Mar del Plata- fue una de las actrices favoritas del director. ARCHIVO LA GACETA INSPIRADORA. Hanna Schygulla -que estuvo este año en Mar del Plata- fue una de las actrices favoritas del director. ARCHIVO LA GACETA
10 Junio 2007
BERLIN.- “Hacer muchas películas para que mi vida se convierta en una película” era uno de los lemas de Rainer Werner Fassbinder, el director que en sólo pocos años trabajando sin parar pasó a la historia del cine y se convirtió quizá en el director alemán más importante a nivel internacional. Tras una maratón de más de 40 largometrajes de ficción en sólo 13 años, con grandes producciones, guiones, series de televisión y obras de teatro, el realizador murió hace exactamente un cuarto de siglo, el 10 de junio de 1982, a los 37 años.
Pero Fassbinder no descansa en paz. En este aniversario de su muerte estalló una acalorada discusión familiar sobre cómo administrar el legado de quien es considerado uno de los cineastas más significativos e influyentes de la historia alemana de postguerra.
El director generaba auténticas relaciones de dependencia, en las que la profesión y la vida privada eran difíciles de separar, según recuerdan sus amigos. “Estaba acostumbrado a someter fácilmente a todos y reaccionaba con agresión y ataques de ira imprevisibles”, recuerda Kurt Raab en el libro escrito junto con Karsten Peters.
Además de "Berlin Alexanderplatz", de 15 horas, rodó películas sensibles y escalofriantes sobre las ansias de vivir, la pobreza de sentimientos, el fracaso y la soledad como “Fabricante de gatitos”, “Las amargas lágrimas de Petra Kant”, o “El matrimonio de Maria Braun” y “Lili Marleen", estas dos últimas con Hanna Schygulla. Con ella, Fassbinder tenía firmes esperanzas de ganar un Oso de Oro en la Berlinale con su versión cinematográfica de “Effi Briest”, en 1974. Que eso no ocurriera lo golpeó mucho.
Cada director de todas maneras siempre hace la misma película, afirmaba Fassbinder a los 35 años. “En mi caso se trata de la explotación de los sentimientos, no importa quién sea el explotador. Eso no acaba nunca”. El único sueño de Fassbinder a los 35 años era “rodar con James Dean, la Monroe o Marlene Dietrich, tal como eran hace 30 años”. (DPA)

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