10 Junio 2007
Un matrimonio que se exilió en Estados Unidos vuelve de visita a la Argentina y quiere llevarse con él a un hermano de la mujer y a su esposa, para que allá tengan un buen pasar económico. Es el nudo de la trama de la obra teatral "Made in Lanús". En el monólogo de Yoli, la esposa del mecánico que no quiere abandonar el terruño, se resume el sentido de pertenencia de quienes prefieren seguir luchando en el lugar donde nacieron. Allí donde la gente de su entorno los conoce y los valora.
Yoli le recuerda a su marido, el Negro, que cuando se le quemó el taller todo Lanús vino a ayudarle a apagar el fuego. "¿Allá en Estados Unidos, quién te va a ayudar?", le pregunta. También le menciona que el vecindario, organizado en una sociedad de fomento, luchó para que al barrio llegara el alumbrado público, el pavimento y otras mejoras, siempre pensando en las futuras generaciones. "Todo Lanús lo festejaba, porque era para nosotros, Negro", repite la Yoli, según comentó el director teatral Jorge Alves, que montó una exitosa versión de la obra hace pocos años.
"Es una pieza que a mí, personalmente, me conmueve mucho. Lloraba todas las noches por las situaciones que se planteaban -admitió-. La gente que sufre el desarraigo, como un psiquiatra amigo mío que vive en Canadá, a veces quiere volver pero no puede porque sus hijos ya pertenecen a esa otra cultura".
Oriundo de Lules, Alves admitió que en su actual barrio -de esta capital- las costumbres son diferentes. "Uno conoce muy poco a sus vecinos, como si no nos interesaran sus vidas -reflexionó-. En los pueblos nos conocíamos todos. Uno llamaba por teléfono y pedía a la operadora: ?¿Me comunica con la casa de Jorge Alves?? Ella a veces informaba: ?No está en su casa. Ha salido para el bar?. En la ciudad estamos aprendiendo a vivir aislados, como se vive en Buenos Aires".
Yoli le recuerda a su marido, el Negro, que cuando se le quemó el taller todo Lanús vino a ayudarle a apagar el fuego. "¿Allá en Estados Unidos, quién te va a ayudar?", le pregunta. También le menciona que el vecindario, organizado en una sociedad de fomento, luchó para que al barrio llegara el alumbrado público, el pavimento y otras mejoras, siempre pensando en las futuras generaciones. "Todo Lanús lo festejaba, porque era para nosotros, Negro", repite la Yoli, según comentó el director teatral Jorge Alves, que montó una exitosa versión de la obra hace pocos años.
"Es una pieza que a mí, personalmente, me conmueve mucho. Lloraba todas las noches por las situaciones que se planteaban -admitió-. La gente que sufre el desarraigo, como un psiquiatra amigo mío que vive en Canadá, a veces quiere volver pero no puede porque sus hijos ya pertenecen a esa otra cultura".
Oriundo de Lules, Alves admitió que en su actual barrio -de esta capital- las costumbres son diferentes. "Uno conoce muy poco a sus vecinos, como si no nos interesaran sus vidas -reflexionó-. En los pueblos nos conocíamos todos. Uno llamaba por teléfono y pedía a la operadora: ?¿Me comunica con la casa de Jorge Alves?? Ella a veces informaba: ?No está en su casa. Ha salido para el bar?. En la ciudad estamos aprendiendo a vivir aislados, como se vive en Buenos Aires".