10 Junio 2007
El próximo 28 se cumple el trigésimo aniversario del fallecimiento de uno de los más notables historiadores argentinos. Doctorado con una tesis sobre los Graco y la crisis de la República Romana, se dedicó luego a la historia medieval e investigó los orígenes de la mentalidad burguesa. En 1946 escribió un clásico: Las ideas políticas en la Argentina. Enseñó en universidades de este país y de Uruguay. En 1975 fue convocado para integrar el Consejo Directivo de la Universidad de las Naciones Unidas, con sede en Tokio, donde murió en 1977.
Uno pone el acento en la rigurosidad con que llevó adelante su obra. Otro, con el contexto histórico que enmarcó su vida. La vida y la tarea del historiador argentino es abordada por dos reconocidos pensadores. El cuadro se completa, en este número de LA GACETA Literaria, con una semblanza escrita por su propio hijo, Luis Alberto Romero, otro gran historiador contemporáneo