30 Mayo 2007
El frío polar que ingresó al continente llegó para quedarse, por lo menos toda esta semana, en nuestra provincia. Salvo el sábado y el domingo cuando la temperatura aumentará dos o cuatro grados, en forma paulatina, el rigor glacial no ofrecerá tregua hasta el viernes, según pronostica el Laboratorio Climatológico Sudamericano.
El termómetro descendió hasta los 2º, pero la sensación térmica fue de bajo cero. La nieve cubrió todo el valle de Tafí el lunes, y por la noche, cerca de las 20.30, el agua nieve cayó intermitentemente sobre la sierra de San Javier, que ayer amaneció cubierta por una alfombra blanca, al igual que Villa Nougués, Chuscha, Raco, Alpachiri y las sierras que limitan con Catamarca, entre otros puntos de la provincia.
Los árboles y los techos de las casas cubiertos de nieve remarcaron la majestuosidad del paisaje. Los lugareños salieron temprano de sus hogares para observar el fenómeno inusual en nuestra provincia. El año pasado nevó en San Javier a fines de julio, y en 2005, el último día de agosto. Sin embargo, más tarde o más temprano, la nieve siempre es un acontecimiento para los tucumanos.
Un grupo de turistas santafesinos, que se hospedaron en el Hotel Sol San Javier, quedaron maravillados con la postal que observaron a través de los vidrios escarchados de sus habitaciones. Y cuando la neblina -que había tapado la visual de las altas cumbres- corrió como un telón dejó visibles las formidables cimas nevadas de San Javier, aprovecharon para salir a la intemperie, ansiosos por fotografiar la blanca majestuosidad de las montañas y el imponente Cristo Redentor.
Los tucumanos no quisieron perderse esta maravilla. Muchas familias dejaron de lado sus actividades cotidianas para deleitarse con la nieve. La familia de Mariela y Julio Terán fueron los primeros en llegar junto a sus tres pequeños hijos Tobías, Manuela y Juana, quienes desde temprano recibieron la noticia de sus papás: ‘hoy no irán al cole, vamos a ver la nieve que cayó en San Javier’. En cuestión de segundos se ubicaron en los asientos del auto entusiasmados, contó Mariela. “A veces vale la pena cambiar un día de colegio o de trabajo por experiencias como esta; creo que lo justifica”, dijo convencida de hacer felices a sus hijos. Delante de la lente de LA GACETA los niños reían, bailaban y jugaban con la nieve entre sus dedos.
Bebidas calientes y churros
Numerosos vecinos de San Miguel se comunicaron con el hotel para corroborar la noticia. “Nos llamaron a primera hora de la mañana; querían saber si realmente había nieve, si era verdad que estaba todo cubierto de blanco”, dijo la encargada de la recepción del hotel, Gianina Silva. “Al mediodía y a la siesta llegaron muchos más. Ocurre siempre que hay nevadas”, coincidieron los mozos Fernando y Darío. Daniel, el encargado del bar, se aseguró de que los visitantes que llegaban a San Javier dispusieran de bebidas y churros caseros calentitos. “Queremos que disfruten del paisaje y al mismo tiempo estén protegidos del frío”, dijo a nuestro diario.
El termómetro descendió hasta los 2º, pero la sensación térmica fue de bajo cero. La nieve cubrió todo el valle de Tafí el lunes, y por la noche, cerca de las 20.30, el agua nieve cayó intermitentemente sobre la sierra de San Javier, que ayer amaneció cubierta por una alfombra blanca, al igual que Villa Nougués, Chuscha, Raco, Alpachiri y las sierras que limitan con Catamarca, entre otros puntos de la provincia.
Los árboles y los techos de las casas cubiertos de nieve remarcaron la majestuosidad del paisaje. Los lugareños salieron temprano de sus hogares para observar el fenómeno inusual en nuestra provincia. El año pasado nevó en San Javier a fines de julio, y en 2005, el último día de agosto. Sin embargo, más tarde o más temprano, la nieve siempre es un acontecimiento para los tucumanos.
Un grupo de turistas santafesinos, que se hospedaron en el Hotel Sol San Javier, quedaron maravillados con la postal que observaron a través de los vidrios escarchados de sus habitaciones. Y cuando la neblina -que había tapado la visual de las altas cumbres- corrió como un telón dejó visibles las formidables cimas nevadas de San Javier, aprovecharon para salir a la intemperie, ansiosos por fotografiar la blanca majestuosidad de las montañas y el imponente Cristo Redentor.
Los tucumanos no quisieron perderse esta maravilla. Muchas familias dejaron de lado sus actividades cotidianas para deleitarse con la nieve. La familia de Mariela y Julio Terán fueron los primeros en llegar junto a sus tres pequeños hijos Tobías, Manuela y Juana, quienes desde temprano recibieron la noticia de sus papás: ‘hoy no irán al cole, vamos a ver la nieve que cayó en San Javier’. En cuestión de segundos se ubicaron en los asientos del auto entusiasmados, contó Mariela. “A veces vale la pena cambiar un día de colegio o de trabajo por experiencias como esta; creo que lo justifica”, dijo convencida de hacer felices a sus hijos. Delante de la lente de LA GACETA los niños reían, bailaban y jugaban con la nieve entre sus dedos.
Bebidas calientes y churros
Numerosos vecinos de San Miguel se comunicaron con el hotel para corroborar la noticia. “Nos llamaron a primera hora de la mañana; querían saber si realmente había nieve, si era verdad que estaba todo cubierto de blanco”, dijo la encargada de la recepción del hotel, Gianina Silva. “Al mediodía y a la siesta llegaron muchos más. Ocurre siempre que hay nevadas”, coincidieron los mozos Fernando y Darío. Daniel, el encargado del bar, se aseguró de que los visitantes que llegaban a San Javier dispusieran de bebidas y churros caseros calentitos. “Queremos que disfruten del paisaje y al mismo tiempo estén protegidos del frío”, dijo a nuestro diario.
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