20 Mayo 2007
CONFIANZA. Lohlé destacó la dimensión político-institucional del Mercosur. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
Lucían sonrientes y satisfechos por el encuentro entre mandatarios del NOA y del Nordeste brasileño. El embajador de la Argentina en el vecino país, Juan Pablo Lohlé, aseguró que esta era la mayor prueba contra quienes sostienen que el Mercosur está en terapia o lo quieren ver muerto. A su lado, Marcelo Fuentes, subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería y coordinador del Foro de Gobernadores e Intendentes del Mercosur, agregó: "reuniones como esta antes solían hacerse en la Capital Federal, pero aquí, en el interior, resultó un éxito. Esto prueba la firme decisión de federalizar nuestra política exterior".
Pese al optimismo, LA GACETA preguntó a Lohlé por qué la sociedad tardaba en ver en hechos concretos lo que suele acordarse en los documentos. "No hay ninguna posibilidad de avanzar sin consensuar declaraciones, como no hay posibilidad de declarar sin avanzar. Son cosas que van juntas, y cuando uno dice que el Mercosur avanza es una posición que implica una acción, no es algo solamente declarativo", aclaró.
Luego, el diplomático recurrió a los números para probar que Brasil es un excelente socio. "Detrás de estos encuentros hay U$S 20.000 millones de comercio, 15 rectores de universidades de un país y de otro o 1.200 especialistas en tecnología, como los que se reunieron hace dos años. Esto demuestra que existe cooperación en todos los ámbitos. La integración avanza. Lo que pasa es que, probablemente, la gente quiere que avance más rápido. Esto es legítimo si es posible. Pero los tiempos no son los de la voluntad, sino los del hacer, y cuando uno ve las cosas que se van construyendo toma conocimiento de que se ha hecho y de que falta muchísimo también", reconoció.
Consolidación
Contra quienes se oponen o no le ven mucha utilidad al Mercosur, Lohlé levanta su voz. "Nuestro bloque (también lo integran Uruguay, Paraguay, Venezuela y Chile como país asociado) está más que vivo: está actuando y cada vez mejor", se entusiasmó. E inmediatamente recordó que reuniones como las que se celebró en esta ciudad durante el fin de semana tienen como antecedente un reciente encuentro entre los presidentes Néstor Kirchner y Luiz Inácio (Lula) da Silva (Brasil). "Eso es lo que ha facilitado este acuerdo estratégico, que arrastra al resto de los países, así como a gobernadores, funcionarios, intendentes, al tiempo que motoriza la conjunción de voluntades que desemboca en acontecimientos como este", recalcó.
Fuentes, que también tiene rango de embajador, complementa las afirmaciones de Lohlé. "Encuentros como este ratifican la dimensión política -no sólo económica- del Mercosur. "Por primera vez, estamos incorporando a actores políticos calificados por el voto. No se trata de una agenda nueva, sino de la misma, pero a partir de una lectura regional y de la necesidad de mirarnos hacia adentro dentro del mismo bloque regional", dijo.
¿Pero qué gana la gente? Frente a esta pregunta, Lohlé vuelve a contestar: "todos los habitantes del NOA y del Nordeste de Brasil están viendo cómo los gobernadores de sus regiones se juntan para proponer algo en común. Esto puede determinar a que un productor, un fabricante, un industrial o un docente de Tucumán, por ejemplo, se plantee: ?¿por qué no voy a Brasil a ver qué puedo hacer??".
Pese al optimismo, LA GACETA preguntó a Lohlé por qué la sociedad tardaba en ver en hechos concretos lo que suele acordarse en los documentos. "No hay ninguna posibilidad de avanzar sin consensuar declaraciones, como no hay posibilidad de declarar sin avanzar. Son cosas que van juntas, y cuando uno dice que el Mercosur avanza es una posición que implica una acción, no es algo solamente declarativo", aclaró.
Luego, el diplomático recurrió a los números para probar que Brasil es un excelente socio. "Detrás de estos encuentros hay U$S 20.000 millones de comercio, 15 rectores de universidades de un país y de otro o 1.200 especialistas en tecnología, como los que se reunieron hace dos años. Esto demuestra que existe cooperación en todos los ámbitos. La integración avanza. Lo que pasa es que, probablemente, la gente quiere que avance más rápido. Esto es legítimo si es posible. Pero los tiempos no son los de la voluntad, sino los del hacer, y cuando uno ve las cosas que se van construyendo toma conocimiento de que se ha hecho y de que falta muchísimo también", reconoció.
Consolidación
Contra quienes se oponen o no le ven mucha utilidad al Mercosur, Lohlé levanta su voz. "Nuestro bloque (también lo integran Uruguay, Paraguay, Venezuela y Chile como país asociado) está más que vivo: está actuando y cada vez mejor", se entusiasmó. E inmediatamente recordó que reuniones como las que se celebró en esta ciudad durante el fin de semana tienen como antecedente un reciente encuentro entre los presidentes Néstor Kirchner y Luiz Inácio (Lula) da Silva (Brasil). "Eso es lo que ha facilitado este acuerdo estratégico, que arrastra al resto de los países, así como a gobernadores, funcionarios, intendentes, al tiempo que motoriza la conjunción de voluntades que desemboca en acontecimientos como este", recalcó.
Fuentes, que también tiene rango de embajador, complementa las afirmaciones de Lohlé. "Encuentros como este ratifican la dimensión política -no sólo económica- del Mercosur. "Por primera vez, estamos incorporando a actores políticos calificados por el voto. No se trata de una agenda nueva, sino de la misma, pero a partir de una lectura regional y de la necesidad de mirarnos hacia adentro dentro del mismo bloque regional", dijo.
¿Pero qué gana la gente? Frente a esta pregunta, Lohlé vuelve a contestar: "todos los habitantes del NOA y del Nordeste de Brasil están viendo cómo los gobernadores de sus regiones se juntan para proponer algo en común. Esto puede determinar a que un productor, un fabricante, un industrial o un docente de Tucumán, por ejemplo, se plantee: ?¿por qué no voy a Brasil a ver qué puedo hacer??".