13 Mayo 2007
VIOLENCIA Y SORPRESA. Los manifestantes le tiraron de los pelos, y le arrojaron huevos y harina a la ministra, que salía de almorzar en un restaurante. REUTERS
RIO GALLEGOS.- El clima de agitación social que se registra en Santa Cruz vivió ayer un nuevo capítulo de violencia. La ministra nacional Alicia Kirchner fue agredida en una calle céntrica de Río Gallegos, poco tiempo después de que el nuevo gobernador, Daniel Peralta, lanzó un llamado al diálogo para superar la crisis provincial.
La agresión a la hermana del presidente Néstor Kirchner y posible candidata oficialista a la gobernación de Santa Cruz tuvo lugar cuando Alicia Kirchner abandonó el restaurante céntrico en el que estaba almorzando. Al salir, medio centenar de manifestantes comenzó a insultarla, a arrojarle huevos y harina, y a agredirla a los golpes. Según señalaron la propia ministra, el gobernador Peralta y el Gobierno nacional, los agresores pertenecen a los sindicatos docentes, aunque el secretario adjunto de Adosac -el principal gremio del sector-, Eduardo James, señaló que ese gremio no impulsó el escrache.
"La violencia genera violencia, y ellos querían violentarnos. Río Gallegos es como una ciudad tomada, pero yo voy a seguir caminando por la calle. Me patearon, me insultaron y me tiraron de los pelos. A los golpes me los banco, pero me duele acá", dijo la ministra, visiblemente emocionada y llevando sus manos hacia el pecho. (NA-DyN)
La agresión a la hermana del presidente Néstor Kirchner y posible candidata oficialista a la gobernación de Santa Cruz tuvo lugar cuando Alicia Kirchner abandonó el restaurante céntrico en el que estaba almorzando. Al salir, medio centenar de manifestantes comenzó a insultarla, a arrojarle huevos y harina, y a agredirla a los golpes. Según señalaron la propia ministra, el gobernador Peralta y el Gobierno nacional, los agresores pertenecen a los sindicatos docentes, aunque el secretario adjunto de Adosac -el principal gremio del sector-, Eduardo James, señaló que ese gremio no impulsó el escrache.
"La violencia genera violencia, y ellos querían violentarnos. Río Gallegos es como una ciudad tomada, pero yo voy a seguir caminando por la calle. Me patearon, me insultaron y me tiraron de los pelos. A los golpes me los banco, pero me duele acá", dijo la ministra, visiblemente emocionada y llevando sus manos hacia el pecho. (NA-DyN)
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