10 Mayo 2007
“El análisis de las dinámicas demográficas en San Miguel de Tucumán- con datos del censo 2001- nos muestra una sociedad sin futuro. Es cierto que muchas variables han cambiado desde entonces, y queremos creer que lo han hecho en un sentido positivo.
Pero los datos de 2001 respecto de los de 1991 ponen de manifiesto que la capital tucumana ha crecido con pobreza estructural, con analfabetismo, con transmisión intergeneracional de la pobreza, con carencias de infraestructura que -es cierto- hay un intento de revertir, con fuertes inversiones”.
Así sintetizaron los arquitectos Marta Casares, Rafael Caminos y Hernán Bomba el diagnóstico que se puede encontrar en “Perspectivas del medio ambiente Urbano - Geo San Miguel de Tucumán”, el informe en el que trabajaron durante cuatro años la Facultad de Arquitectura de la UNT y la Municipalidad de la capital bajo el patrocinio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). La edición se exhibió ayer en el Centro Cultural de la UNT.
Para presentar el trabajo sobre el estado de situación del medio ambiente de la ciudad de Tucumán, con análisis, diagnóstico y recomendaciones, estuvieron en Tucumán Andrea Brusco, coordinadora del Programa de Derecho Ambiental del Pnuma, y la bióloga Genoveva Mahieu, que apoyó al grupo “Geo” desde el Instituto de Medio Ambiente y Ecología de la Universidad del Salvador.
La abogada Brusco evaluó al trabajo como “un proceso valioso, que permitió reunir capacidades técnicas muy importantes”. Agregó que hubo voluntad política de sistematizar conocimientos e información ambiental que estaba dispersa “bajo una mirada sistémica”. Y remarcó: “unir la información que estaba dispersa, consolidarla y ponerla en un lenguaje claro, a disposición de los ciudadanos y de los que toman decisiones es un proceso muy válido”. “Pretendemos que no quede en un libro, que en sí mismo es valioso, y que sea un insumo a ser tomado en cuenta por los decisores”, añadió Brusco.
Desarrollo equitativo
Por su parte, la bióloga Mahieu señaló que el informe permite visualizar propuestas de desarrollos más equitativos para balancear la ciudad. “Y también permite visualizar cómo lo ambiental y lo demográfico están asociados a la disponibilidad - o no- de servicios básicos en cada zona”.
Precisamente, Casares observó que donde más ha crecido San Miguel de Tucumán es en los sectores más pobres. “Y si se cruzan los datos, se verá que esos sectores más pobres no son más pobres porque tengan menos ingresos directos, son más pobres también porque son ingresos indirectos están absolutamente recortados: es una población sin infraestructura, sin acceso a la educación”.
Los arquitectos que trabajaron en GEO reconocieron que hay indicadores que han cambiado. Sin embargo, apuntaron que a partir del informe se pueden advertir escenarios y tendencias futuras que quienes deben tomar decisiones no pueden desatender. LA GACETA (C)
Pero los datos de 2001 respecto de los de 1991 ponen de manifiesto que la capital tucumana ha crecido con pobreza estructural, con analfabetismo, con transmisión intergeneracional de la pobreza, con carencias de infraestructura que -es cierto- hay un intento de revertir, con fuertes inversiones”.
Así sintetizaron los arquitectos Marta Casares, Rafael Caminos y Hernán Bomba el diagnóstico que se puede encontrar en “Perspectivas del medio ambiente Urbano - Geo San Miguel de Tucumán”, el informe en el que trabajaron durante cuatro años la Facultad de Arquitectura de la UNT y la Municipalidad de la capital bajo el patrocinio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). La edición se exhibió ayer en el Centro Cultural de la UNT.
Para presentar el trabajo sobre el estado de situación del medio ambiente de la ciudad de Tucumán, con análisis, diagnóstico y recomendaciones, estuvieron en Tucumán Andrea Brusco, coordinadora del Programa de Derecho Ambiental del Pnuma, y la bióloga Genoveva Mahieu, que apoyó al grupo “Geo” desde el Instituto de Medio Ambiente y Ecología de la Universidad del Salvador.
La abogada Brusco evaluó al trabajo como “un proceso valioso, que permitió reunir capacidades técnicas muy importantes”. Agregó que hubo voluntad política de sistematizar conocimientos e información ambiental que estaba dispersa “bajo una mirada sistémica”. Y remarcó: “unir la información que estaba dispersa, consolidarla y ponerla en un lenguaje claro, a disposición de los ciudadanos y de los que toman decisiones es un proceso muy válido”. “Pretendemos que no quede en un libro, que en sí mismo es valioso, y que sea un insumo a ser tomado en cuenta por los decisores”, añadió Brusco.
Desarrollo equitativo
Por su parte, la bióloga Mahieu señaló que el informe permite visualizar propuestas de desarrollos más equitativos para balancear la ciudad. “Y también permite visualizar cómo lo ambiental y lo demográfico están asociados a la disponibilidad - o no- de servicios básicos en cada zona”.
Precisamente, Casares observó que donde más ha crecido San Miguel de Tucumán es en los sectores más pobres. “Y si se cruzan los datos, se verá que esos sectores más pobres no son más pobres porque tengan menos ingresos directos, son más pobres también porque son ingresos indirectos están absolutamente recortados: es una población sin infraestructura, sin acceso a la educación”.
Los arquitectos que trabajaron en GEO reconocieron que hay indicadores que han cambiado. Sin embargo, apuntaron que a partir del informe se pueden advertir escenarios y tendencias futuras que quienes deben tomar decisiones no pueden desatender. LA GACETA (C)
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