Apuntan contra Garré por el deterioro de aviones y buques

Apuntan contra Garré por el deterioro de aviones y buques

El incendio de un rompehielos y la caída de un avión Mirage pusieron en el centro del debate el estado del material militar.

06 Mayo 2007
Buenos Aires.- El incendio del rompehielos Almirante Irízar y la caída del avión Mirage pusieron en el centro de la escena un debate sobre el estado del material utilizado por los militares y desató una polémica por el presupuesto y el objetivo estratégico que deberían tener las Fuerzas Armadas.
La polémica adquirió un fuerte contenido político, puesto que la relación entre el Gobierno y los militares es distante, ante lo cual se registraron fuertes críticas hacia la ministra de Defensa, Nilda Garré, que ya había sido alcanzada por la llamada “crisis de los radares”, que aún persiste.
En este escenario, voceros del Ministerio de Defensa reconocieron que las Fuerzas Armadas padecen un atraso en cuanto a su equipamiento desde la guerra de Malvinas, en 1982.
Los voceros consultados, que son de la máxima confianza de Garré, sostuvieron no obstante que la oposición actúa de manera hipócrita, porque -afirmaron- pareciera ser que recién ahora descubren algo que pasa desde hace 25 años. De hecho, en los últimos tres años se registraron al menos seis accidentes que involucraron a máquinas militares -entre helicópteros, aviones y barcos- y desde 1986 a esta parte se estrellaron más de 40 aeronaves, en siniestros por los cuales murieron más de 100 personas entre militares y civiles.
Así consta en un informe del Centro de Estudios Nueva Mayoría, mientras que el diputado opositor Carlos Raimundi focalizó los cuestionamientos en la ministra Garré, a quien acusó de llevar adelante una gestión ineficiente.
Raimundi dijo que por este motivo solicitó una interpelación a la ministra en el Congreso, donde espera que la funcionaria rinda cuentas sobre la inseguridad área que atraviesa el país, tanto en la órbita militar como en la civil.
“Garré es una ministra que provoca a las Fuerzas Armadas. Eso no lo veo mal, pero si estuviera acompañado de gestión. Y, por lo que se ve, no lo está”, agregó el legislador del ARI, integrante de la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados.

Sin un objetivo estratégico
Según Raimundi, el Gobierno no termina de definir el objetivo estratégico de las Fuerzas Armadas y, en ese sentido, se preguntó: “¿cómo puede ser que nadie impida que espíen y controlen nuestras fuentes de recursos naturales desde los satélites?”
Fabio Basteiro, dirigente gremial y actual representante del Estado en Aerolíneas Argentinas, afirmó que la responsabilidad sobre el escaso mantenimiento del equipamiento militar no corresponde al Gobierno, sino a las Fuerzas Armadas. Y puso un ejemplo: “el problema con los radares, que desde 1966 controla la Fuerza Aérea, es que esta institución dedicó para gastos administrativos de la fuerza dinero que tendría que haber usado para mantener y mejorar ese servicio, lo que derivó en la situación de crisis actual”.
Pero en la Fuerza Aérea, oficiales en actividad y retirados sostuvieron que la ecuación es absolutamente inversa y adjudicaron la precaria situación a la falta del presupuesto necesario para mantener los materiales en condiciones y llegado el caso, también para modernizarlos. (NA)

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